CIUDAD DEL VATICANO, 6 (AFP-NA). - El papa Francisco
exigió el domingo con motivo de la Pascua que cesen las tragedias
y persecuciones en Africa y Medio Oriente, en un clima de
violencia en nombre de la religión ensombrecido aún más por la
matanza de cristianos en Kenia.
"Que todas las personas de buena voluntad eleven una oración
incesante por aquellos que perdieron su vida, y pienso muy
especialmente en los jóvenes asesinados el pasado jueves en la
Universidad de Garissa, en Kenia", dijo Francisco desde el balcón
de la basílica de San Pedro antes de impartir su tradicional
bendición "Urbi et Orbi".
Jorge Bergoglio, de 78 años, con el semblante pálido y severo,
ofició bajo una fuerte lluvia esta misa solemne en la explanada de
la basílica de San Pedro.
"Quien lleva en sí la fuerza de Dios, su amor y su justicia, no
necesita usar la violencia" amonestó, refiriéndose a los grupos
religiosos que recurren a la guerra, pero sin mencionar a los
movimientos yihadistas.
Como cada año, se instalaron grandes instalaciones de flores
frescas de colores vivos, llegadas de Holanda, que aligeraban el
ambiente. A la izquierda del altar, se expuso un gran icono de
Cristo.
La multitud se apiñó bajo un mar de paraguas multicolores entre
la columnata de Bernini.
Esta tercera Pascua que celebra Francisco desde su elección en
marzo de 2013 está ensombrecida por la masacre de los yihadistas
somalíes shebab contra estudiantes, en su mayoría cristianos, de
la universidad Garissa de Kenia, que el jueves dejó 148 muertos.
El papa argentino también exhortó a la comunidad internacional
a que "no permanezca inerte ante la inmensa tragedia humanitaria"
en Siria e Irak y "el drama de tantos refugiados". Que "cese el
fragor de las armas y se restablezca una buena convivencia entre
los diferentes grupos que conforman estos amados países".
Aunque no se refirió a las persecuciones de los yihadistas
contra los cristianos, el papa pidió a Jesús "que alivie el
sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su
nombre".