Suplemento Economía

¿El Otoño enfriará la recuperación en Brasil?

FOTO ARCHIVO BRASIL. Como en otros países, la economía está condicionada por el Covid.

Por Matías Fontanetto*


A partir de la caída en la actividad económica de abril 2020 en Brasil, la misma comenzó un ciclo de recuperación hasta el mes de febrero 2021, superando en un 2% al nivel pre-pandemia. Pero con la intensificación de las restricciones a la movilidad de personas en marzo producto del deterioro de la situación sanitaria, se proyecta una interrupción en la recuperación del PBI, considerando la correlación evidente entre movilidad y PBI (la producción industrial de marzo se contrajo un 2,4% y las ventas minorista un 0,6%), poniendo en duda la recuperación estimada del 3,7% para el año 2021 (tras caer 4,1% en el año 2020).

En marzo 2021, se registró un promedio diario de 70.000 contagios y 2.000 muertes, con picos máximos 100.000 y 3.700 respectivamente. Como consecuencia de las restricciones aplicadas, en abril 2021 el promedio diario de contagios diario se ubicó alrededor de los 64.000 y las muertes, que son una variable rezagada, con promedios de 2.500 diarias. En la primera semana de mayo, los indicadores sanitarios continuaron mejorando, el promedio de contagios diarios estuvo en 60.000 diarios y los fallecidos por debajo de los 2.000 diarios. De todos modos, en presidente Bolsonaro está fuertemente cuestionado por el manejo de la pandemia de coronavirus, que deja casi 450.000 fallecidos, con una investigación incluso en el Senado y varias solicitudes de impeachment.

El dólar en Brasil sirve como termómetro de la situación económica, en marzo cuando la situación sanitaria se complicó, la confianza se vio perjudicada, el dólar subió de 5,39 a 5,84 reales y el banco central debió vender USD 8.000 millones de reservas para contener dicha suba.

Durante marzo, los residentes brasileros compraron activos externos por casi USD 3.500 millones de dólares, retirando dólares del país (en febrero habían ingresado USD 6.200 millones). Esto último, ocasionó la suba del dólar y la intervención por parte del Banco Central. En abril, con el retorno de la tranquilidad, el Banco central compró USD 1.600 millones y el tipo de cambio se ubicó en torno a los 5,4 reales por dólar.

La inflación se aceleró en Brasil durante el primer trimestre de este año como resultado de la recuperación económica, el reacomodamiento de los precios relativos distorsionado por la pandemia y la suba en los precios internacionales de las commodities. La meta para el 2021 es del 3,75%, la política de “inflation targeting” le permite una tolerancia de 1,5%, por encima del 5,25% se debe intervenir subiendo la tasa de interés. Por tal motivo, al anotar un inflación del 6,17% interanual en la primera quincena de abril, el comité de política monetaria (Copom) decidió elevar tasa Selic del 2,75% al 3,5%.

Con respecto a la cuentas fiscales, durante el primer trimestre del 2021 el sector público contuvo el gasto y la recuperación económica le permitió mejorar su resultado, registrando superávit primario los primeros 3 meses del año. La recaudación durante el primer trimestre del año aumentó más del 13% con respecto al año pasado, el impuesto a las ventas fue el de mayor aumento con un incremento superior al 41% y los gastos subieron apenas 4,8%. El rubro con mayor incremento fue el de créditos extraordinarios, que creció 573% y explica más del 40% por ciento del aumento del gasto total.

El sistema previsional y la abultada carga de intereses siguen siendo los talones de Aquiles en Brasil. El déficit previsional continúa en ascenso, en el primer trimestre del año llegó a 0,7% PBI. Los ingresos aumentaron un 5% con respecto al 2020 (USD 900 millones), los gastos aumentaron un 6,2% interanual (USD 1.800 millones). El pago de intereses en marzo llegó a representar el 1,4% del PBI.

La situación fiscal puede debilitarse en el invierno si se toman nuevas medidas de aislamiento. El gasto público relacionado al Covid subió de USD 1.000 millones en marzo a USD 2.000 millones en el mes de abril y seguramente se mantenga en niveles elevados durante todo el invierno. Cabe recordar que en el año 2020 el déficit fiscal fue de 11,8% del PBI y se proyecta un 3% para el 2021, el resultado final dependerá de la intensidad y duración de la cuarentena, mayores restricciones a la movilidad de las personas demandaran recursos fiscales adicionales que deberán ser financiados con un mayor endeudamiento, aumentando el peso de los intereses en el gasto.

Conocer la realidad de la economía brasileña importa para numerosas empresas rafaelinas que destinan parte de su producción a ese país, el principal socio argentino y de esta ciudad. Y por supuesto que el comercio exterior con Brasil explica una porción del empleo local. 


(*) Licenciado en Economía. Analista de Inversiones.


Autor: REDACCION

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