Editorial

El nuevo Hospital

Aunque se acordó que el próximo encuentro será recién dentro de seis meses, ello no dificulta que durante ese lapso se produzcan novedades respecto a la posibilidad de avance para la construcción de un nuevo Hospital en Rafaela, algo que quedó pendiente de la anterior gestión del gobierno socialista de Hermes Binner y del justicialista Omar Perotti, en la provincia y la ciudad respectivamente. Una posta que ahora tienen a su cargo en la sucesión el gobernador Antonio Bonfatti y el intendente Luis Castellano, que responden a los mismos signos políticos y constituyen por lo tanto una continuidad en la tarea desarrollada, pero con sus propios matices e iniciativas. Tal como quedó sobradamente comprobado en esta reciente reunión conjunta de ambos equipos de gobierno, advirtiéndose una clara intención de encarar acciones en forma conjunta, lo cual sin dudas tendrá a la propia ciudad y sus habitantes, como los mayores beneficiados, en caso de cristalizarse en realidad estos proyectos.

Que no son otros, que los mismos sobre los cuales se ha venido gestionando en los últimos años, sin alcanzarse definiciones claras, apareciendo justamente el Hospital como uno de los emblemas, prometido por el entonces gobernador Binner al hablar encabezando en Rafaela el primer acto oficial de la celebración patria del 9 de julio, en el año 2008. Pero desde entonces, y con la argumentación del terreno de por medio, se fueron estirando los plazos y sumándose las justificaciones, para que finalmente se llegara a estas nuevas gestiones, sin ninguna clase de avance.

Hoy en cambio, tanto el Gobernador como el Intendente han manifestado la decisión política de retomar el tema bajo otras perspectivas, buscando en forma conjunta un terreno en el cual levantar el Hospital, volviéndose a mencionar el pretendido durante la gestión Binner, sobre el costado este de la ruta nacional 34, hacia el sur del cruce con la ruta 70. Un predio de altísimo valor inmobiliario, que fue justamente lo que había generado el tironeo de aquella ocasión anterior, y que tal vez, dadas las condiciones podría nuevamente ser un punto de partida que en lugar de facilitar el avance, podría llegar a ser motivo de demoras.

De todos modos, la mención es apenas una referencia a considerar, que bien podría ser superada rápidamente por esa mencionada decisión política de poder construir el nuevo Hospital, sobre lo cual el terreno apropiado es una de las instancias por resolver -debe estar en un lugar estratégicamente bien ubicado, de sencillo acceso-, como así también la financiación, ya que los tiempos actuales no son los mismos en cuanto a disponibilidad de recursos.

Lo trascendente, y que insufla otra clase de ánimo en esta ocasión, es que hay intención de llevar adelante la obra, que es absolutamente necesaria para la ciudad, aún con todo el reconocimiento que haya que brindarle al actual hospital "Jaime Ferré", en el cual la preocupación y trabajo de sus responsables, como así también de la comunidad en general por sus sostenidos aportes, lo han mantenido actualizado tanto ediliciamente como en el equipamiento tecnológico, al punto de brindar asistencia, eficiente y efectiva, a miles de pacientes tanto de nuestra ciudad como de una amplia región, especialmente extendida hacia el norte santafesino.

El nuevo Hospital, de moderna concepción y con los adelantos que exige una prestación de avanzada de la medicina, será para Rafaela un importante logro, teniendo algo así como el valor de un emblema que en determinado momento marcó diferencias, pero que en cambio ahora establece acercamientos. Aunque no es lo único que apareció en el horizonte, ya que también hubo avances en cuanto a la concreción de las denominadas lagunas de retardo, con las cuales se evitaría en el futuro la posibilidad de grandes inundaciones en toda la parte sur del ejido urbano, reteniendo las aguas que no podrían ser totalmente desagotadas por el Canal Sur, como ya ocurrió hace pocos años, sumergiendo a buena parte de los barrios del sector.

Aunque también hubo avances en materia de equipamiento de un predio de 40 hectáreas destinado a viviendas, en la concreción del desvío de tránsito pesado, en la pronta habilitación de una nueva planta de ósmosis inversa que sostenga un poco de alivio hasta tanto se alcanza la soñada posibilidad del acueducto. Temas sobre los cuales, nos extenderemos en próxima oportunidad, quedando ahora vigilantes.

Autor: Redacción

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