El Gobierno nacional, el conglomerado de medios públicos o privados kirchnerizados y las agrupaciones políticas que conviven debajo del paraguas de Unidos y Organizados saldrán esta semana a realizar una enfática defensa de la Década ganada en tanto que la oposición política, los medios no colonizados (otra vez, kirchnerizados) y un arco de economistas críticos remarcarán las deudas pendientes de la gestión que, en principio, son muchas más de las que admite el ya célebre relato oficial.

Es así, el sábado que viene se cumplirán 10 años de la asunción de Néstor Kirchner como presidente, esto es nada más y nada menos que un tercio de los 30 años que cumplirá la democracia ininterrumpida desde 1983. Por supuesto que es tiempo de hacer balances. Para algunos será superavitario, para otros el rojo es indisimulable más allá de que se registraron avances bien favorables en materia de inclusión social y distribución del ingreso. La reindustrialización es una bandera del modelo aunque algunos opinan que prácticamente poco se mueve en el mástil y que también es una fantasía del relato.

La inflación es hoy uno de los obstáculos que corroe un modelo desvencijado que necesita ajustes en forma urgente a pesar de que desde el Gobierno se insiste en sostener el rumbo sin hacer modificaciones.

Por caso, el ministro de Economía, Hernán

Lorenzino, afirmó el viernes en San Juan que el Gobierno podrá modificar alguna

"política", pero aclaró que lo que "nunca" cambiará "son los

ejes del modelo".

Ahora el debate se concentra en la libertad de prensa, tras las denuncias del Grupo Clarín sobre la posibilidad de que el Gobierno decida intervenir en la empresa. Y todavía no se terminó la discusión en torno a la reforma judicial que, según los detractores, pone al Poder Judicial bajo control del Gobierno y con una independencia recortada.