Mientras el sector automotriz, desde la industria y sus proveedores hasta las concesionarias, han transitado el 2014 con el freno de mano puesto lejos de repetir la buena performance de años anteriores, lo que obligó a no renovar contratos, aplicar sistema de suspensiones, adelantar vacaciones y también despedir incluso a personal con años de antigüedad. Este abanico de medidas se adoptaron para "sobrevivir" a un año adverso en el que no sólo se cayeron las ventas al exterior, ya que Brasil redujo sustancialmente sus compras de vehículos argentinos, sino también al mercado interno.
La devaluación del 23 por ciento que se registró en enero pasado disparó los precios y alejó a los compradores que perdieron entusiasmo ante los encarecimientos pero también ante la incertidumbre sobre lo que pudiera suceder con la economía nacional. Nadie elige endeudarse para cambiar el auto si no tiene certezas si conservará su empleo en un país con recesión.
Si bien aún faltan computar los datos del actual mes de diciembre, en los primeros 11 meses de este año se completó un acumulado de 653.665 autos patentados, un descenso del 27% en la comparación con el acumulado del pasado año récord en el que se habían patentado hasta esta fecha 905.947 vehículos.
Más allá de los datos que aporta la Asociación de Concesionarios de la República Argentina sobre una significa caída en las ventas de autos nuevos, para el Gobierno este 2014 fue un buen año para la industria automotriz. "Es el tercer mejor año en la producción de autos con 685 mil vehículos, que son casi 700 mil unidades", afirmó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien cargó contra los "voceros oficiosos" que aseguran que hay "falta de insumos" que impacta en la producción de autos.
En este sentido, el funcionario fue consultado sobre la falta de insumos para ensamblar unidades en
una planta de Córdoba, el funcionario respondió que esas son
"expresiones de un oficioso vocero de los importadores, que no
representa a la entidad, que dice que no se ha podido terminar la
producción de 12 mil autos en virtud del faltante de insumos de
bienes intermedios para la producción de vehículos. Es falso, de
falsedad absoluta".
Asimismo, Capitanich expresó que esta situación es "parte de esa operatoria que hace la
industria automotriz, como dice la Presidenta, para encanutar
autos", tras remarcar que a través del programa Procreauto se
entregaron 20.000 unidades. "Aquí se tiene que respetar la ley, quien no respeta la ley
tiene que pagar multas; no pueden operar falsamente diciendo que
falta un bien intermedio para la producción final", afirmó
Capitanich al referirse a la millonaria multa contra automotrices.
Por su parte, desde la Cámara de Comercio Automotor advirtieron que los precios de algunos
modelos de coches aumentaron este año un 60 por ciento en 2014
debido a que fueron alcanzados por el denominado impuesto a los
bienes de lujo, cuya base imponible no fue actualizada por el
Gobierno. Alberto Príncipe, titular de la entidad, pidió a las autoridades
que atiendan este desequilibrio en 2015 y promueva reuniones con
las automotrices y concesionarias, sobre todo porque están en
jaque los empleos.
Al respecto, desde el 1 de enero de este año, un vehículo que tenga un valor
de entre 170.000 y 210.000 pesos, sin impuestos, paga una tasa de
un 30 por ciento adicional, y si su precio supera esos niveles,
abona una tasa del 50 por ciento.
Los vehículos cuyos precios se encuentran por debajo de los
170.000 pesos pagan una tasa impositiva interna del 10 por ciento,
aunque al no tocarse la base imponible del tributo contra los
bienes suntuarios, cada vez más modelos son afectados.
Las terminales y concesionarias de coches cero kilómetro
implementaron una estrategia para evitar un mayor impacto:
subieron algunos modelos un 2% en un mes para no pasar a alta
gama, pero eso hizo que otros autos más económicos subieran un 4%,
con lo que intentaron salvar la rentabilidad.
Príncipe, que preside la CAC que representa a las agencias que
comercializan autos usados, dijo que "es un anhelo" de
las agencias, concesionarias y terminales que el Gobierno aumente
la base del impuesto a inicios de 2015.
Una actualización permitiría al sector "mejorar el
funcionamiento" dado que los precios de los coches medianos se
estabilizarían y no habría subas tan marcadas en los usados, lo
que motivaría las ventas.
Por su parte, Abel Bomrad, presidente de la Asociación de Concesionarios de
Automotores de la República Argentina, había manifestado días
atrás en declaraciones a la prensa que "la inflación promedio del
auto fue de un 48 por ciento anual en 2014", un porcentaje muy superior a los aumentos registrados por los salarios.