Editorial

El mejor remedio

En la semana que culminó -del 1 al 7 de agosto- unos 120 países de todo el planeta celebraron la denominada Semana Mundial de la Lactancia Materna, destinada a fomentar esta práctica, y a mejorar la salud de los bebés de todo el mundo. Durante estos días, hubo actividades para informar sobre los beneficios de amamantar, y despejar dudas sobre todo lo relacionado a la leche materna. En la Argentina, especialistas advierten que menos de la mitad de los niños se alimenta de leche materna hasta los 6 meses, una situación que se reclama revertir. Recomiendan consultar con el médico a las madres que toman medicamentos, para saber si pueden seguir dando el pecho.

Según recomendaciones nacionales e internacionales difundidas por el ministerio de Salud de la Nación, se debe dar pecho de forma exclusiva hasta los 6 meses. Un estudio realizado por el Observatorio de la Maternidad de nuestro país asegura que sólo 4 de cada 10 niños se alimenta de esa forma. Por lo tanto, un 60 por ciento de los niños en el país no reciben el pecho según las recomendaciones nacionales e Internacionales.

Según la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA), entidad que coordina las acciones a realizarse por este evento alrededor del mundo desde hace 20 años, amamantar es “el mejor modo de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita para un crecimiento y desarrollo saludables”.

La lactancia materna, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), reduce la mortalidad infantil y tiene beneficios sanitarios que llegan hasta la edad adulta. Se recomienda el alimento de forma exclusiva durante los seis primeros meses de vida y a partir de entonces su refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años (escuchar entrevista completa a la experta de la OMS Carmen Casanova, sobre lactancia materna, en un especial de Radio ONU).

En Argentina, la práctica de mantener la alimentación de los bebés exclusivamente con leche materna hasta los seis meses ha ido creciendo, del 7,3 por ciento en 1998 al 36 por ciento en 2007 tal como reflejan estadísticas del ministerio de Salud. A pesar de este incremento, según datos obtenidos del Boletín de la Maternidad, realizado en el año 2008 por el Observatorio de la Maternidad, en la Argentina, solo cuatro de cada diez niños se alimentan exclusivamente con leche materna hasta los seis meses, en concordancia con las recomendaciones nacionales e internacionales.

El 95,4 por ciento de los niños inician su alimentación mediante esta vía, pero con el transcurso de los meses, la práctica comienza a perderse: a los dos meses, el 57 por ciento de los niños consume exclusivamente con leche materna, a los cuatro meses el 46 por ciento, y a los seis meses, sólo el 36 por ciento. Esto significa que la lactancia exclusiva disminuye casi un 40% en los primeros dos meses de vida.

Los organismos internacionales y nacionales recomiendan introducir otros alimentos, adecuados e inocuos desde el punto de vista nutricional, recién a partir de los seis meses de edad y continuar con la lactancia materna frecuente y a demanda hasta los dos años de edad o más. Pese a ello, según el Boletín de la Maternidad, la edad en la cual se suman alimentos adicionales a la leche materna es en general temprana en la Argentina: el 50 por ciento de los niños incorporan a su dieta vegetales cocidos y yogur al quinto mes de vida, en tanto que el 25 por ciento incorpora puré de vegetales, yogur, pan, galletitas o puré de frutas al cuarto mes.

Si bien hay acuerdo que la leche materna promueve el desarrollo sensorial y cognitivo, además de proteger al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas, muchas veces hay problemas de la madre o del niño que hacen difícil la lactancia. Uno de los casos que más genera dudas es cuando la madre consume medicamentos, y en que casos debe suspender el pecho.

Seguramente, uno de los métodos más apropiados para que los bebés amamanten -al menos- hasta los seis meses de vida es permitir a la madre que su licencia por maternidad se extienda hasta ese período. En algunas provincias, como Córdoba, ya hay algunas propuestas en este sentido. En Santa Fe se presentó un proyecto similar, pero no hubo aceptación en el ámbito político.

Sin lugar a dudas, la maternidad y el mundo moderno no parecen ser los mejores socios. Pero si todos coincidimos en que el futuro son nuestros niños, deberemos darle todas las garantías de una excelente infancia para que puedan llegar a tener una mejor niñez y adultez.

Autor: Redacción

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