Automotores

El Hyundai Veloster: se dan vuelta para ver este producto

La evolución de la tecnología ha hecho que hoy los modelos de un mismo segmento sean muy parejos en performance y rendimiento desde el punto de vista mecánico-electrónico.

¿Dónde buscar la diferencia, entonces? En el diseño.

Lo hacen las grandes marcas y también jugadores más nuevos, como el caso de Hyundai. Hace unos años, el grupo Hyundai-Kia contrató al alemán Peter Schreyer, diseñador del Audi TT, como responsable de diseño de Kia, y luego a Chris Chapman, proveniente de BMW, para Hyundai. El objetivo estaba claro: los coreanos querían dar un salto de calidad en un área todavía inexplorada a fondo por ellos, en el proceso de posicionarse como uno de los principales países fabricantes de autos del mundo.

El Hyundai Veloster es parte de esa búsqueda, que aplica el concepto Fluidic Sculpture (cincelado fluido), que la marca coreana arrancó en 2006.

Con sus puertas asimétricas (una a la izquierda, dos a la derecha), las líneas compactas y deportivas, y el mix de coupé y hatchback, este modelo exhibe un diseño que no va a tener opiniones intermedias.

 La propuesta de los coreanos para seducir a quienes buscan un auto con personalidad. Foto: Sebastián Rodeiro

¿En qué segmento se acomoda este Hyundai Veloster? En el de los premium compactos modernos. Si bien es una plataforma mediana (segmento C) por sus dimensiones (4220 mm de largo por 1790 de ancho y 1399 de alto), lo cierto es que el estilo y la mecánica (1.6 de 130 CV) también lo enfrentan a competidores del segmento B. Así, entre los rivales del Veloster se cuentan versiones de MINI Cooper, Alfa Romeo MiTo, Audi A1, Citroën DS3 e, incluso, VW Scirocco y Peugeot 207 GTi, entre otros hatchbacks modernos de 3 y 5 puertas.

El Hyundai Veloster está equipado, como se dijo, con motor 1.6 de 4 cilindros en línea DOHC e inyección directa, que entrega 130 CV a 6300 rpm de potencia y 16 kgm a 4850 de par motor. Desde el punto de vista del marketing, Hyundai trajo esta motorización (también hay una versión turbo de 200 CV) porque, además de las reticencias de la casa madre en Corea, entre los rivales del mercado argentino los motores que más se venden están en el nivel de potencia del Veloster (ejemplo, Audi A1 1.4 y MINI Cooper 1.6 de 122 CV, y Alfa MiTo 1.4 de 105 CV).

Más allá de esto, el motor es suave, pero le falta empuje a bajas vueltas. Si bien mejora a alto régimen (no en vano el máximo torque está a casi 5000 rpm), las prestaciones de aceleración y elasticidad no son las que podrían esperarse de un auto con el diseño deportivo del Veloster. Contribuye a este andar tranquilo las relaciones de caja (manual de 6 marchas en la versión que probamos) más bien largas que, como es conocido, favorecen el consumo en perjuicio de la performance.

Si este era el objetivo, está plenamente logrado, porque el consumo del Veloster es realmente austero en toda situación de marcha.

El trabajo de todo el chasis es impecable. Excelente comportamiento dinámico en rectas y curvas, sin rolido de la carrocería. Muy buen confort de marcha y lo que es bastante poco frecuente por lo bajo del vehículo, no golpea la zona inferior en ningún desnivel. Todo esto indica suspensiones de excelente equilibrio y funcionamiento.

También frena muy bien, en distancias seguras, gracias a una dotación que incluye discos en las 4 ruedas, más ABS, asistente de frenado de urgencia (BAS) y repartidor de potencia (EDB). Mención aparte para la excelente dirección con asistencia eléctrica progresiva (MDPS), que se endurece o ablanda según la situación de marcha.

 El Hyundai Veloster cuesta US$ 34.900 (163.300 pesos al cambio oficial) que, si bien parece mucho, hay que considerar la muy buena relación costo-beneficio del modelo en función de su equipamiento de confort y seguridad.

Autor: Redacción

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