¿Había condiciones para el ingreso de los inmigrantes?
Por la Ley de Inmigración de mil ochocientos setenta y seis, se obliga al Estado a otorgar cinco días de alojamiento y comida a la persona que lo solicite.
La intervención de la Universidad Nacional de Tres de Febrero
Nosotros restauramos toda la recepción del edificio, las escaleras y el tercer piso. Hicimos el ascensor por fuera porque el edificio está declarado Patrimonio histórico hay ciertas cosas que no se pueden hacer adentro.
La vigencia del convenio
El convenio entre la Universidad Nacional de Tres de Febrero -Untref- y la Dirección Nacional de Migraciones es por veinte años. Es un acuerdo por el cual la Dirección de Migraciones le otorga a la Universidad el desarrollo y la gestión del museo, en la tercera planta del edificio, con la posibilidad de ir ampliando a posteriori a otros espacios del edificio. La primera intervención que hicimos fue en dos mil doce. Ahí tuvimos que hacer un saneamiento de la planta porque había cosas que remover. Dejamos la planta original, y a partir de ahí después de ese trabajo, el director de Migraciones que tenía la idea del museo, ya que existía en los papeles y el decreto de creación lo había firmado Juan Domingo Perón en el año setenta y cuatro antes de morir pero nunca se concretó, por eso le gustó como habíamos trabajado y nos convocó para llevar adelante el proyecto y en octubre ya inauguramos.
Características del edificio
Está dividido en dos partes. El edificio del hotel original son cuatro plantas. En planta baja estaba toda la parte de servicios: comedor, oficina, cocina y todo lo relacionado con la comida. Y en las tres plantas superiores había dormitorios: cuatro por cada piso, pensemos que tiene más de noventa metros de largo por treinta metros de ancho. Había doscientas cincuenta camas en cada habitación. Lo que hicimos fue llevar todo al estado original, salvo lo que se había perdido. Las paredes azulejadas, que eran bien típico de la arquitectura higienista de fines del siglo diecinueve, así que hay mucho azulejo blanco. Y en las salas, como ahora son espacios expositivos, sobre la pared original hicimos revestimientos para que no se invada lo anterior. De las cuatro habitaciones que hay en el tercer piso, dos son del Museo de la Inmigración y dos del Centro de Arte Contemporáneo. Migraciones tiene una muestra permanente que se llama “Para todos los hombres del mundo” y otra temporaria sobre italianos y españoles. Y en arte son tres por año que se van renovando. En cuanto al tema de migraciones siempre tienen intervenciones contemporáneas, como para que haya un contrapunto, no solamente la inmigración histórica sino la contemporánea, que está vinculado a relatos de migrantes de hoy y a obras de arte contemporáneo vinculadas al tema migratorio.
Para ubicarnos en el lugar, desde cuándo y dónde está emplazado el Hotel de Inmigrantes
El predio, que en realidad es un complejo, está compuesto de varios elementos. Primero el desembarcadero que está sobre la dársena, que es el lugar donde llegaban los barcos. De ahí se hacía toda la tramitación para la bajada de los pasajeros inmigrantes. Después se fueron construyendo los distintos edificios de administración, el hospital y por último el Hotel de Inmigrantes que es donde comían y dormían. Esto se empezó a construir en mil novecientos cinco y se terminó en el doce, aunque se inauguró oficialmente en mil novecientos once.
Hasta cuándo funcionó el Hotel
Terminó sus funciones en mil novecientos cincuenta y tres. Cuando habían declinado los flujos migratorios, entonces no tenía mucho sentido seguir teniendo esta estructura abierta funcionando. De hecho para lo que se la utilizó después fue durante dos años un lugar donde la Fundación “Eva Perón” daba de comer a los indigentes todos los días. El hospital fue desactivado después al no haber gente fija en el lugar. El muelle sí porque seguían llegando los barcos con los inmigrantes hasta que se pasó a la órbita de la marina en los años setenta y es Apostadero naval como en la actualidad.
Qué queda de los objetos originales del Hotel
De lo que había no quedó nada salvo algunas cosas muy pequeñas guardadas por algún lado. Después de la Revolución Libertadora fue convertido en destacamento militar entonces cuando el Regimiento se va de acá se lleva todo: camas, elementos de la cocina, y la desidia de los años fue haciendo que los bancos y las mesas del comedor que eran de mármol se las fueran robando. Así que para el mil novecientos ochenta y tres cuando comienza de nuevo a activarse toda la cuestión, en la planta baja no quedaba nada.
Testimonios de aquellos que estuvieron alojados en el lugar
Tenemos algunos testimonios de personas que pasaron por el Hotel. A pesar de que la gente que vino y que está viva, eran niños cuando estuvieron. Tuvimos testimonios propios y otros de quienes le contaron cuando estuvieron. Tenemos fotografías que están en el Archivo General de la Nación, hay bastante material sobre todo del período en el que inauguró, que era el registro del Estado. Y lo que pudimos ir armando con donaciones y cosas que fuimos encontrando que es un repertorio de documentos y objetos vinculados a la inmigración como pasaportes, carnets de clubes de colectividades, hospitales, todo ese tipo de material. Y objetos abandonados en algún armario de las oficinas del lugar que quedaron y se salvaron del saqueo milagrosamente.
Qué capacidad tenía el alojamiento
Mil personas por piso. Podían alojarse hasta tres mil personas simultáneamente en el Hotel. Y la comida era por turno porque el comedor era para setecientas personas que iban pasando. Trabajaban alrededor de quinientas personas en el equipo. Y pasaron por el Hotel casi un millón de personas en todos esos años que son los que hicieron uso de los servicios. Todo era solventado por el Estado, que era el principal interesado en recibirlos para aumentar la dotación de mano de obra.
*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Marcelo Huernos