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El genio argentino que pasó hambre en Pompeya y está en la mesa chica de los superdotados del mundo

FOTO NA
Crédito: José Luis Martínez se convirtió en el primer sudamericano en ocupar un puesto de jerarquía en la organización de superdotados Mensa.

Pasó hambre en su casa del barrio porteño de Pompeya y fue un "desastre" en el colegio. Hoy, logró sentarse en la mesa chica de los superdotados a nivel mundial y buscará recorrer países en vías de desarrollo o subdesarrollados para encontrar y potenciar a gente como él. Con apenas 34 años, José Luis Martínez tiene una historia digna de película en la que acaba de escribir un capítulo importante: se convirtió en el primer sudamericano en ganar elecciones internas en la sociedad de superdotados Mensa.
"Mi vieja falleció cuando yo tenía 11 años. Mi viejo tuvo tres laburos para mantenernos a mí y a mis tres hermanos. De chico, hubo noches en que no llegábamos a comer. Vengo de la pobreza posta", resumió el flamante director Internacional de Desarrollo de Mensa, una organización internacional sin fines de lucro fundada en 1946 en la ciudad inglesa de Oxford con la intención de identificar personas de todo el mundo con elevado coeficiente intelectual.
José Luis es parte del 2 por ciento de la población mundial que tiene un coeficiente intelectual más alto que la media. Esa capacidad se manifiesta en una habilidad suprema para la retención de datos y el autodidactismo: "Tenemos una búsqueda intelectual constante. Somos rápidos para entender y aplicar".
Pese a lo que podría imaginarse, el porteño no era el más destacado en el estudio: "En el colegio siempre me fue pésimo. No me lograba concentrar. Nunca fue lo mío. Mi viejo pensaba que era un vago, pero siempre bancó mi decisión", contó en diálogo con NA.
Ese pibe, "pésimo en Matemáticas", notaba que era distinto a sus amigos y compañeros. "En la Secundaria se empezaron a notar las diferencias. Pensé que me estaba volviendo loco, que tenía una enfermedad mental".
"Así llegué a Mensa, en 2015. Fue un cambio brutal, porque conocí gente que pasaba o había pasado lo mismo que yo. A muchos los drogaron de chicos por hiperactividad, algunos se enteraron de grandes de su coeficiente y otros desde muy chicos", relató Martínez, sobre su llegada a la entidad que hoy cuenta con más de 400 miembros en todo el país.
Tras ser presidente de la organización local que reúne a las personas con alto coeficiente intelectual, José Luis buscó seguir su carrera a nivel internacional: se presentó en las elecciones para ocupar el cargo de director Internacional de Desarrollo de Mensa. Enfrente tenía al indio Kishore Asthana, quien también se postulaba.
En esos comicios, celebrados a fines de mayo pasado, el argentino cosechó el 55,3 por ciento de los votos y así hizo historia: se convirtió en el primer sudamericano en formar parte del Directorio de Mensa Internacional.
Con el triunfo, Martínez ya definió sus objetivos principales: "Tendré a mi cargo la titánica tarea de no sólo llevar Mensa a países donde todavía no ha llegado, sino de hacer crecer a todas las Mensas del mundo".
"Mis primeros objetivos son viajar a Uruguay, Chile y Paraguay para crear Mensa en esos países. Mensa es muy eurocentrista: se olvidó del Hemisferio Sur", subrayó el genio argentino, quien apuntará a tener el respaldo del Gobierno de cada una de esas naciones: "Con el apoyo gubernamental se pueden hacer un montón de cosas".
Uno de los puntos que planteará será la posibilidad de que se permita utilizar el edificio de alguna universidad nacional para realizar allí el examen de ingreso a Mensa. Además, anticipó que impulsará la gratuidad del examen de ingreso a Mensa en Sudamérica y África.
"Quiero aprovechar el impulso de ser el primer sudamericano para ir a los países de Latinoamérica. El dinero nunca debe ser un problema a la hora de entrar a Mensa. Quiero llegar a todos, sin importar si tienen o no plata. No quiero llegar sólo a una elite", fundamentó Martínez en una entrevista con Noticias Argentinas.
La organización de superdotados está presente en más de 50 países con un total de 150 mil miembros. "Cada uno paga una membresía y cada filial de Mensa destina el 7 por ciento a Mensa internacional", explicó sobre el funcionamiento de la organización, a la vez que remarcó que la entidad "tiene prohibido tomar posiciones políticas".

Autor: Pablo Tallón

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