En el anochecer del pasado sábado los rafaelinos nos vimos conmovidos por la desaparición física de un hombre entrañablemente querido en diversos círculos, Publio Geremías Parola, adornado con magníficas dotes humanas y conocido y muy relacionado a través de su pasión, la fotografía, expresión a la que entregó una constante dedicación.
Había nacido en la hoy ciudad de San Guillermo, departamento de San Cristóbal, pero cuando contaba con 11 meses de vida falleció su padre, y su mamá, con Publio y su hermana, Sabina, se radicó en Rafaela.
Su primera ocupación laboral la ostentó en la administración de los almacenes Ripamonti, luego pudo ingresar en una delegación del Banco Nación en un pueblo de la provincia de Tucumán y más tarde fue trasladado a la sucursal Rafaela.
Pero además de su intensa actividad laboral en la institución bancaria, su pasión por la fotografía guió su accionar, llevándolo a investigar e impulsar el conocimiento de ese arte, integró el Foto Cine Club Rafaela y fue director del Museo de la Fotografía, instituciones a las que cuidó con esmerada dedicación, acciones que se ocupaban de la preservación y difusión de esa actividad cultural. Hecho que le significó un merecido reconocimiento en Moisés Ville, donde la Asociación Civil de Directores de Museos de la República Argentina (ADIMRA) le entregó una plaqueta titulada "diploma de honor" por su contribución y trayectoria en el desarrollo y conservación de la cultura, entidad presidida por Carlos Vairo y su vice Olga Nazar. Cabe destacar que Parola había ayudado a organizar el museo histórico comunal.
En definitiva el sábado inició su última salida fotográfica un hombre que abrazando esa expresión supo prodigarse y dejar bien encaminadas instituciones que son el epicentro nutricional para fotógrafos de las nuevas generaciones.
El sepelio se realizó ayer a las 11, sus restos serán cremados.