Editorial

El enemigo en las sombras

El vertiginoso desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información nos ha modificado la vida en forma sustancial en las últimas dos décadas, ya que nos ha generado significativos avances en la forma en la que trabajamos, estudiamos, nos comunicamos, nos informamos e incluso nos divertimos y jugamos. En esta era digital, Internet nos encandila con tantas opciones y nos permite conectarnos con cualquier parte del mundo, navegar a toda velocidad sin despegarnos de la silla. Las pantallas de nuestro celular o computadora nos dejan el cuerpo en casa mientras nuestra mente pareciera desplazarse como una luz intangible por el universo paralelo y virtual. En ocasiones nos concentramos tanto en lo que hacemos o estamos mirando en la pantalla que perdemos referencias de lo que sucede en nuestro entorno cercano, por lo que no nos damos cuenta sino nos hablan o nos piden algo a dos metros de distancia. "Nos colgamos" solemos decir. Pero no todo suele ser tan dulce en ese maravilloso mundo de la internet, puesto que hay riesgos, en algunos casos a la vita pero muchos otros ocultos, disimulados como el lobo feroz cuando se hacía pasar por la abuela de Caperucita en el célebre cuento infantil.

Ahora, los chicos y las chicas navegan por la red sin saber quién está del otro lado, si la abuela, un amigo o un lobo con piel de cordero. Las redes sociales nos permiten mostrarnos, conocer personas, saber qué hacen, pero en algún punto nos vuelven vulnerables. Y hay gente mala que está dispuesta a sacar provecho de eso, sin dudarlo. 

En 2016, en la ciudad de Bahía Blanca, Micaela Ortega, de tan solo 12 años, fue asesinada  Bahía Blanca por una persona que la contactó por Facebook con un perfil falso. La niña-adolescente fue al encuentro pensando que era su amiga pero se encontró con un hombre -en ese entonces de 26 años- que intentó abusar de ella, y al resistirse, la asesinó.

Así comenzó a repetirse cada vez más el término de "grooming", que se define como "la acción en la que una persona, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contacte a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma"

El caso de Micaela Ortega puso al desnudo una situación cada vez más frecuente y peligrosa para nuestros jóvenes, quienes se convierten en presas de predadores sexuales y violentos sin límites, a la vez que puso en el tapete la necesidad de generar herramientas institucionales para encarar una problemática emergente. La primera reacción fue en octubre de 2018, cuando a través de la ley 27458 se declaró al 13 de noviembre como Día Nacional de la Lucha contra el Grooming, una fecha que coincide con el nuevo aniversario de la ley 26.904, creada para luchar contra ese tipo de delito en 2013.

En septiembre pasado, el Senado nacional dio media sanción a un proyecto por el cual se establece la creación de un Programa Nacional de Prevención y Concientización del Grooming o Ciberacoso contra Niñas, Niños y Adolescentes, que ayer se transformó en ley al ser aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados de la Nación. El objetivo del programa es prevenir, sensibilizar y generar conciencia en la población sobre la problemática del grooming o ciberacoso a través del uso responsable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y de la capacitación de la comunidad.

Entre otras acciones, la ley comprende capacitar a la comunidad educativa a los fines de concientizar sobre la problemática del grooming o ciberacoso y dispone la inclusión, como pantalla de inicio de teléfonos celulares, teléfonos inteligentes, tablets, y otros dispositivos tecnológicos, mensajes que adviertan sobre la peligrosidad de sobreexposición en las redes de niñas, niños y adolescentes; información acerca de la existencia de delitos cibernéticos; aconsejar el rechazo de los mensajes de tipo pornográfico y advertir sobre la peligrosidad de publicar fotos propias o de amistades.

En este escenario, la organización Grooming Argentina estimó que desde el inicio del aislamiento el delito de grooming aumentó el 30 % en el país ante la hiperconectividad de niñas, niños y adolescentes a internet. En la provincia de Santa Fe, el fiscal Matías Broggi, de la Unidad Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual, alertó que "lo que está proliferando es un groomer que busca imágenes y videos de desnudo o genital" pero no hay estadísticas actualizadas. En la ciudad de Rosario este año se judicializaron 37 casos de grooming solo en la fiscalía especializada en ciberdelitos, lo que indica que la cifra podría ser mayor a la del año anterior (49 casos), dijeron fuentes del sector.

Más allá de que hoy es una fecha especial, se necesita poner en marcha cuanto antes el Programa de Prevención y Concientización del Grooming para proteger a nuestros niños y adolescentes del horror. 






Autor: REDACCION

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