Editorial

El empleo en baja

El freno que viene teniendo la actividad económica está impactando fuerte en el mercado laboral, ya que según informes oficiales del propio INDEC, en el segundo trimestre del año se perdieron 72.780 empleos registrados, es decir, los que se encuentran en blanco y son por lo tanto los que realmente sostienen a todo el conjunto, ya que participan del pago de todas las leyes sociales y gravámenes impuestos por las normas en vigencia. 

Para provocar esa situación, aparecen dos aspectos que a la hora del análisis resultan fundamentales, como las restricciones impuestas a las importaciones cuyo efecto negativo se sintió fuerte en muchas plantas fabriles que debieron frenar su producción con la consiguiente pérdida de mano de obra, y el cepo cambiario, el que impactó centralmente en la actividad inmobiliaria, ya que allí las operaciones tuvieron una caída sumamente pronunciada. En consecuencia, el sector que encabeza la nómina de pérdida de puestos de trabajo es el correspondiente a actividades inmobiliarias, empresariales y servicios eventuales con un total de 20.581 empleos menos.

La región metropolitana y el Gran Buenos Aires resultó afectada por cerca de 50.000 empleos perdidos, en tanto que en la ciudad de Buenos Aires la baja alcanzó a poco más de 13.000, mientras que en el orden provincial las que más sintieron el cimbronazo fueron Córdoba, Neuquén y Jujuy.

De acuerdo con la obtención de datos declarados por las empresas a la AFIP -de cuyas fuentes se nutre el INDEC para la elaboración de estas estadísticas- en el país hay 6.245.638 empleos debidamente registrados, una cantidad que es menor a los datos oficiales del primer trimestre de este mismo año, cuando los puestos laborales en blanco habían sido 6.318.418.

Además de los sectores ya referidos, con el inmobiliario a la cabeza, se consigna que en la esfera privada casi todos los sectores estuvieron en caída, siendo las excepciones el área de educación privada y el financiero. En cambio, ratificando una tendencia que se viene dando desde hace tiempo, el empleo en el sector público continuó expandiéndose, pues en ese segundo trimestre ingresaron 7.084 personas, de manera mayoritaria en empresas públicas, con lo cual suman 1.501.937 dependientes del erario público.

Debe dejarse aclarado, que en ese poco más de millón y medio de empleados públicos no aparecen incluidos los correspondientes a provincias que no transfirieron al orden nacional sus cajas previsionales -entre las que se cuenta Santa Fe- y que en la suma disponen de otro 1,5 millón de empleados, razón por la cual todo el sector público nacional, provincial y municipal cuenta con 3 millones de agentes, cifra en la cual no se incluye a aquellos que reciben asistencia de parte del Estado en toda la variedad de planes sociales. 

De tal manera se llega a la conclusión que hoy la suma total de empleados públicos es prácticamente la mitad de los trabajadores en blanco que hay en el país, y que son quienes con sus aportes deben sostener el funcionamiento del Estado, ya que el resto -los que se encuentran en negro- justamente por esa condición no aportan a las arcas fiscales.

Ampliando algo más los detalles que permiten llegar a estas evaluaciones, tenemos que el sector inmobiliario y empresarial antes de comenzar a sentirse con mayor rigurosidad los efectos del cepo cambiario que trabó la actividad en alto porcentaje, contaba con 812.707 empleos declarados en el primer trimestre, mientras que en el segundo se contrajo a 792.126, alcanzando entonces a la pérdida de 20.581 lugares laborales. Por su parte el sector industrial perdió 14.072 empleos en abril, mayo y junio, siendo los sectores más afectados el del calzado y el cervecero, destacándose que aquí influyó negativamente todas las limitaciones impuestas a las exportaciones, en tanto que el comercio vio diluirse unos 9.000 empleos y la construcción 5.316 puestos.

El panorama resulta entonces bastante complicado, aunque estas consecuencias no hayan sido del todo sorpresivas, pues el volumen de la economía se encuentra en retroceso desde hace algunos meses, sintiéndose el impacto de la crisis que afecta a numerosos países del mundo altamente desarrollado.

Se confía que en esta segunda parte del año, donde ya hubo algunos indicadores que van revirtiendo aquella situación, se comience el repunte en cuanto a la recuperación de los empleos declarados que fueron perdidos.

Autor: Redacción

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