La
escalada del dólar paralelo a niveles récord no movió el
amperímetro de la delegación argentina en la gira por Asia
encabezada por la presidenta Cristina Kirchner, durante la cual
empresarios pudieron conocer algunas claves sobre las principales
políticas económicas para este 2013, un decisivo año electoral.
Para el gobierno, el dólar marginal mueve un mercado que no
supera los 15 millones de dólares diarios, lo cual lo vuelve
"insignificante".
Tal vez el dato sea certero, pero la dificultad es que el
precio del dólar "blue", que alcanzó un nuevo techo esta semana de
7,50 pesos, es la única referencia clara que tienen los operadores
sobre el valor que el mercado le asigna de la divisa
norteamericana, que mantiene una brecha del 50 por ciento con la
oficial.
Esa cotización de la divisa en el mercado informal hace rato
que empezó a volverse referencia obligada para la formación de
numerosos costos en el país, y allí radica uno de los peligros de
la distorsión actual.
La conclusión a la que arribaron empresarios que dialogaron con
funcionarios en el marco de la gira presidencial por Emiratos Arabes, Indonesia y Vietnam es que dos políticas centrales se
mantendrán durante el 2013: el control de las importaciones
para garantizar una balanza comercial superavitaria de unos 12.000
millones de dólares, y el cepo al dólar, para evitar la fuga de
capitales.
Sobre la primera de estas políticas habría mayor "sintonía
fina", y es así que en las últimas semanas se agrandó el número de
empresas que recibieron un mail solicitando explicaciones respecto
de las razones que las llevan a importar por más valor del que
exportan.
Lo curioso es que la procedencia del mail, enviado en nombre de
Moreno, es la cuenta "importaciones.exportaciones@hotmail.com", lo
cual le da cierto tono informal a un tema de tamaña relevancia y
de paso evita cualquier nivel de oficialización del reclamo.
El pedido denota la intención oficial de ampliar la cantidad de
compañías incluidas en la meta de alcanzar una balanza comercial
equilibrada, no importa lo que termine exportando la empresa.
Para Moreno, si un fabricante de implantes metálicos registra
déficit comercial, no importa que venda frutas al exterior con tal
de que equilibre la balanza.
La descripción del secretario de Comercio Interior convenció a
los casi 200 empresarios pymes que lo acompañaban de que las
trabas continuarán a lo largo del 2013.
Moreno también dejó una frase: "El 2012 fue el año del
superávit comercial, 2013 será el de la competitividad, hay que
trabajar en ese sentido".
La impresión empresaria fue que parte de esa competitividad a
la que aludía Moreno está vinculada con la necesidad de reducir
costos vía aumentos de la productividad.
El problema es que para mejorar la capacidad de producción
hacen falta inversiones, las cuales no tuvieron el ritmo de
crecimiento deseado durante este año, en buena medida por los
cambios en las reglas de juego y por el cada vez mayor
intervencionismo estatal sobre la economía.
La apelación de Moreno a la necesidad de mejorar la
competitividad habría tenido como destinatarios a empresas cuya
actividad está protegida por barreras arancelarias a las
importaciones.
El Gobierno considera que es hora de que muchos sectores vayan
consolidando las inversiones necesarias para mejorar sus niveles
de productividad.
De las reuniones informales con Moreno, los empresarios también
se llevaron la impresión de que en el 2013 continuará el ritmo de
devaluación del peso, que podría rondar el 20 por ciento, lo cual
llevaría el dólar oficial a los 6 pesos para fin de año.
Sobre lo que hay certezas es respecto del comportamiento del
mercado paralelo, una piedra demasiado grande en el zapato de la
economía argentina que no da señales de aminorar su marcha.