Editorial

El dólar defensa

Desde comienzos de año hasta poco después de mediados de agosto, la AFIP autorizó compras de dólares por 1.877 millones, de los cuales 1.468 millones fueron destinados para ahorro y los restantes 409 millones para viajes al exterior. De tal manera las reservas del Banco Central, por estas causas, experimentaron una sangría de 1.819 millones de la divisa estadounidense, quedando hasta el momento de conocerse estas cifras en 28.178 millones.

Aunque en comparación con otros rubros la cifra de atesoramiento y viajes es de no mucha monta, de todas maneras impacta negativamente en esta época en la cual los dólares son tan escasos y se escabullen de las diversas arcas fiscales de varias maneras. Aunque, la más significativa sea por el pago de servicios y vencimientos de la deuda externa, lo cual pudo concretarse luego de la modificación de la Carta Orgánica del BCRA, que transformó a la entidad monetaria en otra simple caja al alcance del gobierno para sostener sus cuentas, que vienen siendo negativas desde hace algo más de dos años.

Debe recordarse que además de ver minadas las reservas para esta clase de cuestiones como las descriptas, el Central contribuye además con una acelerada emisión monetaria para financiar el gasto público, que a esta altura del año registra una expansión récord del 42,6%, lo cual termina traduciéndose en mayor inflación. Lo cual es, nada más ni nada menos, que la madre de todos los problemas que tiene hoy la Argentina.

Es por estas pocas razones más que comprensible que los argentinos que aún tienen la posibilidad de ahorro, se refugien en el dólar para preservar el valor de los mismos, no para especular o atentar contra la estabilidad del gobierno. De ahí entonces se desprenden los 1.468 millones de dólares que debió autorizar la AFIP para destinar al atesoramiento por parte de los compradores de divisas, quienes en mayoría se trata de pequeños ahorristas que defienden sus valores, siendo además una de las pocas maneras que le quedan para hacerlo.

Un dato realmente impresionante sobre la desvalorización que tiene la moneda argentina, es que hoy es el tercer país del mundo que lo hace a mayor velocidad, detrás del africano Ghana y el europeo Ucrania. Detrás de ambos aparece la Argentina, tal como también lo hace en las posiciones principales del ranking mundial de inflación, detrás de países como Bielorrusia, Venezuela y unos pocos africanos inmersos en contiendas tribales que han destruido las economías locales.

Volviendo al "dólar defensa", tal como cabe denominar al que es adquirido por pequeños ahorristas, datos complementarios dan cuenta que de los 1.468 millones autorizados sólo el 10% fue dejado en los bancos en tanto que el restante 90% fue retirado en billetes, es decir, pasó directamente a quedar fuera del circuito yendo al "colchón", con lo cual se resta la posibilidad de inversiones y financiamiento. Un tema que bien puede calificarse como la falta de confianza en un gobierno que actúa erráticamente, con decisiones inestables y que en la mayoría de los casos tiene la intención de cubrir solamente el día a día, es decir, exactamente lo contrario de lo que requieren las circunstancias actuales.

Siempre dentro del tema, cabe recordar que un par de semanas atrás la AFIP les eliminó la posibilidad de compra de dólares destinados al ahorro a los monotributistas, argumentando que "una gran cantidad de solicitantes extinguieron su capacidad de ahorro para obtener la validación que les permita comprar dólares". En cuanto a las compras para turismo, el vaivén de las operaciones responde a cuestiones estacionales, como el caso de las vacaciones, razón por la cual la mayor cantidad de requerimientos se produjeron en los meses de enero y febrero y luego en julio, recibiendo un recargo del 35% para el que se conoce como "dólar turista".

Lo más concreto, y que está más allá de las estadísticas y otro tipo de consideraciones, es que la compra legal de dólares se va intensificando a medida se deterioran las condiciones de la economía. Los pedidos van en aumento y cada mes establece un nuevo récord en el sector, siendo un espejo en el cual puede verse una realidad que es inalterable a la palabrería, y que lamentablemente, permite visualizar la cada vez mayor inestabilidad que registran todos los indicadores.

Autor: REDACCION

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