La 57° edición, que se celebró entre el 17 y el 22 de abril, demostró una vez más la potencia y la proyección que provoca esta feria en toda la ciudad.
Configuraciones orgánicas, materiales sustentables y soluciones tecnológicas a medida de las nuevas formas de habitar fueron algunos de los ejes que se repitieron pabellón tras pabellón.
Los baños y las cocinas protagonizaron las bienales correspondientes a estos sectores del hogar, con acento en lo privado y lo público. Las aplicaciones para celulares dominaron la escena, con dispositivos inteligentes para mejorar la experiencia en la cocina. Se reforzaron las tendencias de las cocinas sociales, para compartir, y los baños configurados como áreas para el relax y el bienestar.
Los nuevos desafíos se presentaron a través de los diseñadores más jóvenes que aportaron innovación y frescura a la muestra y plantearon la necesidad de un recambio generacional en este ecosistema donde las grandes figuras siguen en pie. En este sentido el Salón Satélite abordó junto a los jóvenes profesionales la problemática de la inmigración en el marco de la consigna, África Latinoamérica, Diseño Emergente.
Mientras los laboratorios de tendencias le ponen el foco a las tribus urbanas que revelan características nómades, el diseño del mueble acompaña esta ola con propuestas componibles. Los espacios ahora se transforman a la velocidad de un posteo en Instagram.
La idea del hogar transitorio requiere diseños ágiles y temporales, que evolucionen en tiempos más acotados. La Semana de Diseño de Milán dejó en claro que estos conceptos le calzan justo. Son nuevas oportunidades para crear viviendas "cápsula" y áreas de tránsito, siempre en movimiento.
Todo bajo control. Cocinas inteligentes, lo que viene.
Diseño argentino en Milán
La cátedra de Equipamiento A de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Córdoba, dio una gran sorpresa para el diseño argentino, ya que participó de esta meca del diseño mundial con un espacio propio en el Salón Satelite, dedicado a exponer los prototipos y productos de jóvenes diseñadores de todo el mundo, hasta 35 años de edad, que este año apuntó a generar reflexiones e investigaciones en torno al futuro del diseño.
Los estudiantes presentaron en su stand la lámpara Yoru de Victoria Díaz y la luminaria Relativa de Tomás Barros en la categoría estudiantes avanzados. En la categoría egresados se presentó la Idea Lamp de Silvio Tinello, la mesa Llana de Federico Guzmán Hosig, la Puente night table de Sol Giraudo y la silla Aire de Leandro Fernández (en colaboración con Mauricio Rolles).
La sorpresa arquitectónica en la Semana del Diseño
Entre todas las novedades que dejó la Semana del Diseño en Milán hubo espacio para sorpresas arquitectónicas. La Torre Generali, proyectada por Zaha Hadid Architects, que forma parte del masterplan CityLife, que ha transformado el área de la antigua feria de Milán.
Lo Storto (El Torcido) o Torre Hadid, son otros de los nombres que recibe esta majestuosa obra que, a partir de julio de 2018, albergará a los más de 3.000 empleados del Grupo Generali
La forma del rascacielos, con una particular torsión que disminuye con el desarrollo vertical hasta recuperar la verticalidad en las últimas plantas, está ligada a una decisión arquitectónica muy concreta: conservar las alineaciones con los ejes principales de la ciudad, recuperando, sobre todo en las últimas plantas, alineaciones visuales con importantes íconos urbanos, como el Duomo de Milán.
Con 177 metros de altura (44 pisos), la torre se conecta con las plazas y parques públicos circundantes. Además de estética y bella, la Generali es eficiente: su doble fachada de persianas protege del sol y brinda un control ambiental para cada piso que asegura un rendimiento energético óptimo, contribuyendo a la certificación LEED Platinum otorgada por el Consejo de Construcción Ecológica de los Estados Unidos.
