Suplemento Economía

El coeficiente intelectual en los equipos de trabajo

Una organización no podrá cumplir con sus objetivos si sus miembros no rinden de acuerdo a lo que se espera de ellos. Por lo cual, la consolidación de buenos equipos constituye una especie de búsqueda moderna del mundo empresarial para lograr resultados extraordinarios. Los directivos deben ser capaces de gestionar el desempeño de sus trabajadores y ayudarlos a superar los obstáculos que les impiden desplegar todo su potencial. En esta edición, se presentará cómo mejorar la inteligencia del equipo de trabajo para maximizar los objetivos organizacionales.

Al igual que los individuos, los equipos poseen inteligencia. Pero el factor inteligencia de los grupos humanos poco está relacionado con el promedio de sus integrantes. Los investigadores han descubierto una forma de determinar y alcanzar un coeficiente intelectual (CI) elevado del equipo, para lo cual es necesario tener en cuenta ciertos aspectos.

En primera instancia, debemos aclarar qué se entiende por coeficiente intelectual. Este se encuentra determinado por la potencia que posee el intelecto, las aptitudes intelectuales puramente cognitivas, tales como el razonamiento analítico o razonamiento técnico-metódico; es decir, nuestra habilidad como individuos para el pensamiento abstracto, el razonamiento, el aprendizaje, la planeación y la solución rápida de problemas. Por lo que se refiere a su aplicación en los equipos, la inteligencia alude a la capacidad de un grupo de individuos de abordar y manejar situaciones complejas y no rutinarias. 

Para que los equipos funcionen y actúen a su máximo nivel deben enfocarse en la estructura, los procesos, el liderazgo, el apoyo y el contexto organizacional correcto. Los investigadores revelan que, además, la inteligencia colectiva en los equipos puede conducir a un desempeño superior al de la mayoría de sus miembros más experimentados. Como dice un refrán japonés, “ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros juntos”.

Existen evidencias de que ciertos aspectos derivan en una mayor inteligencia de equipo, por lo que si desea que esta incremente en su organización, debería tener en cuenta los siguientes puntos:


• Hablar por turnos: incentivar a la gente a hablar por turnos y restringiendo las fuerzas más dominantes, permitirá que aflore lo mejor de cada uno de sus miembros. Los equipos que poseen poca seguridad psicológica o donde el gerente no motiva a todos a compartir sus ideas, la minoría dominante monopolizará la conversación, poniendo en riesgo la inteligencia y, finalmente, el desempeño del equipo.

• Proporción de mujeres en un equipo: las mujeres utilizan distintos estilos de trabajo y de comunicación, los cuales suelen ser más sociales y comunitarios. Cuando hay más mujeres en el equipo, el CI colectivo se incrementa por los distintos procesos que provocan y fomentan.

• Inteligencia emocional: desarrollar e incrementar aptitudes tales como el autoconocimiento, la seguridad en uno mismo y el autocontrol, el compromiso, la integridad y la comunicación eficaz.


QUE HACER COMO DIRECTOR

Los líderes de un equipo deben tener presente la creación de una visión bien definida, un ambiente de confianza y asegurarse de que la composición de su grupo sea diversa en términos de género.

Asimismo, generar un ambiente de trabajo en donde la gente exprese su opinión y participe activamente en las discusiones así como también, desarrollar un programa que permita fortalecer la aptitud emocional de las personas integrantes del equipo concentrado básicamente en el autoconocimiento, en el comportamiento interpersonal y en la capacidad de tolerancia.


EQUIPOS VIRTUALES DE TRABAJO

En la actualidad, muchas empresas cuentan con ambientes virtuales de trabajo, por lo que vale la pena considerar de qué manera influyen estas recomendaciones en la inteligencia del equipo cuando sus miembros están esparcidos.

La tecnología de la información y la comunicación para interactuar condicionará la interpretación del lenguaje corporal, las expresiones faciales al igual que dilucidar la sensibilidad social, ya que exigirá mayor intuición por parte de los participantes. Las señales de estatus son menos visibles en un entorno virtual, la apariencia física importa menos propiciando que los participantes expresen su opinión de manera más libre que en los ambientes cara a cara, desarrollen sus logros y habilidades que aportan al equipo.

Tener presentes estos conceptos e identificar las competencias de los integrantes para aprovechar las diferencias en vez de solamente tolerarlas, incrementará la inteligencia colectiva del equipo de trabajo de su empresa.

Autor: Germán Ciceri

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