La comunidad científica coincide en gran medida que el calentamiento global que se agravó en los últimos años, como consecuencia del cambio climático, es una de las causas del fuerte incremento de tormentas con intensa actividad eléctrica. Con un invierno cada vez más corto y veranos más calurosos, la sensación de la gente es que el clima está cambiando, al igual que la preocupación colectiva sobre el impacto de este proceso. No hacen falta investigaciones científicas para respaldar esta percepción ante la evidencia concreta.
De todos modos, los expertos que procuran llamar la atención sobre el cambio climático continúan elaborando informes para que los gobiernos y las organizaciones internacionales reaccionen y reviertan la actual tendencia. Esta semana, científicos aseguraron que el cambio climático podría provocar un aumento del
50% en el número de tormentas a finales del siglo, lo que
desencadenaría más incendios y causaría más víctimas mortales.
El científico David Romps, profesor de biología en la
Universidad de California, Berkeley, y principal autor de este
trabajo publicado en la revista estadounidense Science, dijo que "con el calentamiento, las tormentas serán más explosivas" al tiempo que consideró que "este fenómeno se explica por el crecimiento del vapor de agua
en la atmósfera, que alimenta el movimiento de las corrientes de
aire caliente".
En este sentido, en el reporte se destaca que la subida de estas corrientes calientes
hacia las masas de aire frío, cargadas de partículas de hielo,
provoca que haya más descargas eléctricas. "Ya sabemos que cuanto más de prisa suben las masas de aire
caliente a la atmósfera, más rayos hay. Y cuántas más
precipitaciones haya, más rayos habrá también", sostuvo el investigador.
Se remarca que una mayor frecuencia de estas tormentas eléctricas provocará más
heridos y víctimas mortales, teniendo en cuenta que en la actualidad alrededor de 1.000 personas mueren cada año en Estados Unidos por
esta causa. Otra de las consecuencias de este incremento de la cantidad de rayos sería un mayor número de incendios en los
bosques ya que, hoy en día, esta es la causa principal de la
mayoría y los más difíciles de contener.
Según la investigación, por cada grado de aumento
de la temperatura, crecerían en un 12% el número de tormentas
sobre la Tierra. El estudio estima que de aquí al final del siglo, la
temperatura subirá cuatro grados de media si las emisiones de
gases de efecto invernadero continúan a este ritmo, por lo que habría
un 50% más de tormentas en 2100.
Hay que recordar que en el verano pasado los rayos causaron la muerte de cuatro jóvenes en Villa Gesell, una ciudad de la costa bonaerense que se presenta como una de las favoritas de los argentinos para pasar sus vacaciones. Al respecto, un estudio a nivel nacional elaborado por el Centro de Investigaciones en Láseres y Aplicaciones del Ministerio de Defensa y el Conicet sobre la base de los datos oficiales acumulados desde el año 2005 reveló que cada año los rayos matan a unas 50 personas en la Argentina. Además, concluyó que Misiones, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Jujuy son las provincias con una mayor cantidad de víctimas fatales por la caída de estos fenómenos meteorológicos.
Como dato positivo, los dos mayores emisores de
gases de efecto invernadero del planeta, China y Estados Unidos
anunciaron el pasado miércoles un acuerdo "histórico" que fue bienvenido por la comunidad científica dedicada a encender las alarmas sobre el impacto del cambio climática para el planeta en general y la vida del hombre en particular.
Los presidentes de ambos países, Barack Obama y Xi Jinping, asumieron el compromiso de dar un respiro al planeta, a un año
de la conferencia del clima de París, donde se espera que se alcance un acuerdo
global. Ambas naciones, que producen juntos alrededor del 45% del dióxido de carbono mundial, han priorizado hasta ahora el desarrollo de sus economías sin atender a cuestiones ambientales. Por ejemplo, los republicanos en Estados Unidos sostienen que la adopción de medidas de protección al medio ambiente en la industria podría impactar negativamente en el empleo.
Los intentos de alcanzar un acuerdo en torno al cambio climático,
sobre el que los científicos advierten que estamos llegando a un
posible punto catastrófico sin retorno, han sido bloqueados hasta
ahora por la falta de voluntad de Estados Unidos y China para
trabajar juntos en el problema. Sin embargo, a partir de este entendimiento, se abre una esperanza a favor del planeta. "Acordamos asegurarnos de que las negociaciones sobre cambio climático alcanzarán un acuerdo en París", sintetizó Obama.
China y Estados Unidos serán claves para garantizar que
se alcance el próximo año un acuerdo mundial para reducir las
emisiones después de 2020 con el fin de limitar el calentamiento
global a 2°C. La comunidad internacional fijó este objetivo para
evitar una desregulación a gran escala del clima, que se
traduciría en una disminución de recursos, conflictos derivados,
subida del nivel de los océanos y desapariciones de especies,
entre otros efectos nocivos.