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El caos se apodera de Egipto

EL CAIRO, 30 (AFP-NA). - El presidente egipcio Hosni Mubarak designó ayer a un vicepresidente, el jefe de la inteligencia Omar Suleiman, por primera vez en 30 años, y a un nuevo primer ministro, ambos con rango de general, para tratar de desactivar una rebelión que en cinco días se cobró más de cien muertos.
Suleiman, de casi 77 años, considerado como uno de los jefes de inteligencia más importantes de Oriente Medio por haber tratado temas sensibles como el conflicto israelo-palestino, se convirtió en número dos de Mubarak, alimentando conjeturas sobre la posibilidad de que sea el sucesor del mandatario, de 82 años, en el poder desde 1981.
El jefe de Estado, que el viernes disolvió su gobierno y anunció reformas, designó al ex ministro de Aviación y ex jefe de la Fuerza Aérea Ahmed Shafiq en el cargo de primer ministro.
Con decenas de miles de personas en las calles de El Cairo y otras ciudades del país para exigir su renuncia, el presidente egipcio movió por fin una ficha, después de varios días de silencio. Pero esas primeras medidas no parecieron convencer a la oposición y los manifestantes de deponer las protestas.
Las autoridades adelantaron ayer dos horas el inicio del toque de queda, que se prolongará hasta la mañana de este domingo. Pero los manifestantes desacataron la medida y seguían anoche en la calle, al igual que el día anterior.
Al menos 102 personas murieron y varios centenares heridas en los enfrentamientos del viernes y ayer, según fuentes médicas y de los servicios de seguridad.
El ejército, columna vertebral del régimen, fue movilizado junto con la policía para mantener el orden y aplicar el toque de queda en El Cairo, Alejandría y Suez.
En la tarde de ayer, El Cairo parecía un campo de batalla, con restos de coches quemados y escombros en las calles y un espeso humo negro que aún salía de la sede del partido gubernamental, ubicado a orillas del Nilo e incendiado la noche anterior.

ALARMA EN
EL MUNDO

Varios países expresaron su preocupación por la situación en el más poblado de los países árabes (de 80 millones de habitantes). El presidente estadounidense, Barack Obama, instó a Mubarak a "cumplir con sus promesas" y a no usar la "violencia contra manifestantes pacíficos". El presidente francés Nicolas Sarkozy, la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro británico David Cameron pidieron ayer a Mubarak "iniciar un proceso de cambio" frente a las "reivindicaciones legítimas" de su pueblo y a "evitar a toda costa el uso de la violencia contra los civiles".

Autor: Redacción

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