Hábitat

El arquitecto viajero: los estilos contrastantes de Viena

VIENA
Crédito: Es el centro cultural y político de Austria, y es la décima ciudad en población de la Unión Europea

Tuve el gusto de conocer el viejo continente el pasado mes de enero. Lo abordé con la ilusión de ver muchas de las obras que tanto he leído, estudiado y que en sentido teórico conozco en cada rincón. Justamente esto, estar tan empapados de teoría, hace que tengamos ciertas expectativas o presuntas sensaciones que, en el momento de tomar contacto físico con estas construcciones, nuestros preconceptos pueden cambiar abismalmente.

En esta experiencia que realicé inmediatamente después de concluir mis estudios universitarios, experimenté, y ahora puedo afirmar, que cada sociedad es fruto de lo que fue, de su historia, por más dura que haya sido, y esto repercute directamente en la cultura, la educación, en lo que no quieren volver a repetir como sociedad, en las ansias de superación y en el respeto por lo que es de todos. Respeto por la ciudad y sus edificios que permanecen tan intactos que parecen haberse detenido en el tiempo debido a que están correctamente cuidados y preservados, no meramente por la restauración, sino que también por el gran sentido de pertenencia que presentan estas sociedades. Esto permite que, sin estar tan informados, podamos descubrir como fue el lugar en otra época, quién tenía el poder en el momento, por ende, su cosmovisión y creencias y por cuantos conflictos han pasado, solo con mirar la arquitectura. Los edificios nos cuentan la historia sin decir una palabra, cada sociedad se ve reflejada directa y explícitamente en la arquitectura.

Cada ciudad europea suele ser bastante particular, pero a la vez homogénea.  Lo lindo de recorrer a pie estas comunidades es que se pueden descubrir construcciones puntuales que se destacan del estilo arquitectónico predominante, pero que sin embargo conviven y es maravilloso ver esta mixtura tan marcada entre edificios antiguos y otros contemporáneos a nuestros días.

El viaje duró cuarenta días, en los cuales conocí lugares fabulosos, por lo que se hace difícil elegir que compartir, pero debo reconocer que las ciudades de Austria, Viena y Graz, ha logrado cautivarme. Por un lado, para mi eran lugares casi desconocidos, de los que no contaba con demasiada información y la barrera idiomática se imponía fuertemente. Pero el resultado fue lo contrario, me transmitieron comodidad y seguridad.

Viena: la convivencia de estilos

Es el centro cultural y político de Austria, y es la décima ciudad en población de la Unión Europea. La ciudad tiene una larga historia, ya que es una de las más antiguas de Europa, por lo que cuenta con un importante patrimonio que la misma refleja. Algunos de sus edificios de interés son el Palacio Belvedere, el Ayuntamiento, el Palacio Imperial de Hofburg, la Ópera Nacional de Viena, la obra de Gustav Klimt, el edificio de la Secesión, la obra de Adolf Loos, la Hundertwasserhaus, entre otros.

La ciudad vivió consecuencias de la Primera Guerra Mundial y también de la Segunda Guerra Mundial, esta última destruyó gran parte del centro de la misma. En el corazón de Viena se encuentra la plaza de San Esteban o Stephansplatz y su nombre se debe a la presencia del edificio más prominente, la Catedral de San Esteban, que fue reconstituida y hoy es una de las estructuras góticas más importantes de Austria, Lo impactante y que uno puede contemplar a la distancia es el techo, en el cuál se colocaron coloridos azulejos para crear el águila real e imperial y el escudo de armas de la ciudad de Viena. 

En diagonal a la Catedral se encuentra uno de estos edificios mencionados anteriormente, que resalta del entorno y de la arquitectura típica del lugar, la Haas Haus, creada por Hans Hollein (Premio Pritzker). Una obra posmodernista que causó, en su momento el descontento popular sobre todo por su ubicación. La forma del edificio viene dictada por la misma parcela y la esquina acristalada que sobresale hacia Stephanplatz quizás es uno de los puntos más fascinantes de este edificio, ya que la misma se muestra como un espejo en el que se refleja la Catedral, manifestando así el respeto por el entorno.

La inspiración histórica para su diseño se basa en la evidencia de las primeras construcciones romanas en Viena, que sobre sus ruinas siguieron las construcciones medievales y así sucesivamente. La postal en la que se enmarcan estos dos edificios fue algo que llamó inmediatamente mi atención, la conjunción de dos obras, una casi milenaria y la otra contando con apenas un cuarto de siglo. Se buscó hacer hincapié en la presencia que se merecen todas las épocas de la arquitectura, y demostrando que es posible la convivencia de estilos tan contrastantes.

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Autor: CAPSF

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