Editorial

El ámbito laboral

Cambió el año pero no se modificó el contenido de las informaciones y datos estadísticos, que siguen resonando fuerte. Por ejemplo, según la encuesta de la deuda social argentina realizada en el tercer trimestre de 2016, se daba cuenta que sólo el 41,4% de quienes integran la población económicamente activa urbana -es decir, los que se encuentran en condiciones de trabajar- dispone de un empleo asalariado o no asalariado con calidad plena de derechos laborales.

En tanto un 30,7% tiene un puesto laboral regular pero sin vinculación con la seguridad social, otro 18% está en condición de subocupado en tareas de bajas remuneraciones y estabilidad con posible participación en programas de empleo, completando el 9,9% que directamente se encuentra sin trabajo, integrando la franja más complicada de los desocupados.

Además de lo que acarrea tener o no tener trabajo, las retribuciones difieren de manera muy importante según sea la calidad de la tarea que se realice. En ese aludido tercer trimestre, el mayor ingreso medio laboral lo disponían los ocupados con empleo pleno con 15.099 pesos, en menor medida los de empleo precario con 9.426 pesos, y finalmente, los trabajadores subempleados con 3.724 pesos. En cuanto al ingreso horario para estos trabajadores había sido de 110,3 pesos, 86,5 y 34,1 respectivamente.

Mirando hacia atrás, tenemos que entre 2010/2016 la media de los ingresos mensuales se redujo 7,9%, retrocediendo de 11.832 a 10.897 pesos, lo cual se debe esencialmente a la baja de los ingresos de aquellos trabajadores subocupados e inestables, en virtud que el promedio de las otras dos categorías no experimentó variaciones. De todos modos, el año pasado se amplió la brecha de los ingresos, llegándose a que los trabajadores con empleo de baja calidad percibieran un 51,5% menos de remuneración que los de empleo con plenos derechos.

Siempre con ese mismo informe, aunque en este caso en el apéndice de las conclusiones, se sostenía que entre el cuarto trimestre de 2015 -bajo la administración kirchnerista- y tercero de 2016 -ya con el macrismo-, considerando un aumento del índice de precios al consumidor de 34%, se habría registrado un leve aumento aunque poco significativo en la media de las remuneraciones ocupados en los empleos plenos y precarios, aunque se aclara que eso habría acontecido debido a un cambio en la composición de los ocupados de dichos empleos, es decir, la caída al subempleo de los segmentos menos calificados.

En cuanto a las remuneraciones medias de los trabajadores ocupados en subempleos inestables volvieron a caer de manera bastante significativa, manteniéndose las fuertes brechas en la distribución del ingreso laboral.

Otros importantes datos que se incluyen dan cuenta que el 51,3% no participa del sistema de seguridad social, que los empleadores no hacen el correspondiente aporte al 33,3% de los asalariados y que nada menos que el 71,5% de quienes trabajan por cuenta propia no realiza los aportes que exige el sistema. También se advierte que existe una suba significativa del riesgo de desempleo, pasando de 24,9% al 27,7%, en tanto que la percepción de los ocupados en cuanto a conseguir un empleo similar en caso de perder su actual trabajo pasó de 84,5 y 88,1 por ciento. 

Se advierte que de mantenerse el escenario recesivo, la casi excluyente consecuencia será una suba del desempleo, los trabajos de subsistencia y de precariedad, lo cual profundizará las desigualdades estructurales que afectan al mercado laboral, con impacto directo sobre la pobreza.

Una de las conclusiones más contundentes sobre todo este informe, es que 6 de cada 10 argentinos con trabajo no tienen un empleo de calidad, que es el que brinda las mayores posibilidades de desarrollo.

Aunque han pasado varios meses desde la recolección de datos para la elaboración de este trabajo, el mismo sigue manteniendo plena actualidad, ya que la situación no ha experimentado variantes en cuanto a la cantidad de afectados en cada una de las franjas laborales, que seguramente sólo registraron leves variantes.

Autor: Redacción

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