Editorial

El agua vale más que el oro

Apenas transcurrieron 48 horas entre la homologación y la suspensión de la "Ley Antiminera", en la provincia de Mendoza.

La autorización de sustancias tóxicas, como el cianuro, entre otras, generó la masiva reacción de entidades ambientalistas y el acompañamiento espontáneo de la comunidad, que se manifestó en las rutas mendocinas, formando largas caravanas que luego de recorrer decenas de kilómetros arribaron a la capital y se hicieron oir frente a la Casa de Gobierno.

"El agua vale más que el oro" fue una de las consignas empleadas por quienes manifestaron pacíficamente en las horas posteriores a la sanción de esa norma controversial, que en caso de ser aplicada atentaría contra una mejor calidad de vida de la población.

Así lo aseguraron profesionales que llevaron adelante investigaciones sobre el particular desde que una eventual contaminación del agua se instaló como un tema preocupante en una región en la que justamente no abundan las lluvias y las temporadas de deshielo son consideradas una bendición.

Las marchas contra esa decisión aprobada por la Legislatura en una sesión que se desarrolló sin mayores polémicas entre los representantes elegidos por el pueblo, repercutió de manera negativa en la consideración de la gente.

Si bien las imágenes más difundidas por los medios de prensa fueron las que tuvieron como escenarios a las rutas que convergen hacia la capital, luego se fueron conociendo otras, captadas en la explanada del Palacio Cívico.

No faltaron los cacerolazos, un recurso que se aplica habitualmente en estas situaciones, pero en la mayoría de los casos, sin incidentes de consideración.

Sin embargo, fue tan importante la presión ejercida por el pueblo mendocino, que tras publicarse el último martes la Ley 7.722 en el Boletín Oficial, ayer el gobernador radical Rodolfo Suárez dio marcha atrás y la dejó sin efecto.

El mandatario desactivó el conflicto, pero dejó abiertas varias opciones, como para reconsiderar su aplicación, entre las que se incluye una eventual consulta popular.

Por el momento, quedó sin efecto la autorización para el uso de las diferentes sustancias químicas en la extracción de minerales y que son contaminantes, como el cianuro y el ácido sulfúrico, que pondría en serio riesgo el agua que consumen los mendocinos y también los habitantes de otras provincias, en las que se comercializan productos de marcas reconocidas que tienen su origen en esa región. 

Al no permitirse la aplicación de esta Ley, según consignaron las autoridades gubernamentales a la hora de intentar defender el proyecto, se perderían unos 50.000 puestos de trabajo en las mineras, que tendrán que seguir esperando el visto bueno de esa normativa para trabajar en nuevos emprendimientos.

Por ahora, la pulseada está teniendo a un ganador claro. El pueblo, que salió a defender la salud de una comunidad que está en pie de guerra y que tuvo una actitud valiente contra los más poderosos, que le permitió alcanzar el objetivo primario, aunque sin perder de vista el definitivo.

Mientras todo eso ha ocurrido de manera vertiginosa en los últimos días en la provincia de Mendoza, desde el Gobierno nacional, por ahora, no ha tenido un pronunciamiento claro, aunque sí expresó que realizará un seguimiento de un caso que preocupa y que necesita de una solución que contemple los intereses de todos los sectores.

La postura de los ambientalistas y de los productores es muy firme y promete sostenerse en el tiempo, al margen de las intenciones de los gobernantes, que también intentarán defender su posición mediante la convocatoria al diálogo, como lo expresó el gobernador Rodolfo Suárez, que tuvo un muy importante respaldo en las últimas elecciones, pero que luego de un par de meses de su asunción tendrá que rendirle cuentas al pueblo que lo llevó a instalarse en un sillón que hasta poco tiempo atrás ocupó uno de los mayores referentes del centenario partido en el orden nacional, Alfredo Cornejo.

El pueblo se expresó y ganó con autoridad la primera batalla, pero la historia seguirá escribiéndose, porque todo hace suponer que tiene reservados varios capítulos, por supuesto, con los mismos actores. 

Autor: REDACCION

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