Suplemento Economía

Ejes del modelo y compromiso social

La presidenta Cristina Fernández cuestionó explícitamente las políticas neoliberales del Consenso de Washington y defendió la inversión pública en infraestructura y el aumento del consumo interno como herramientas para alcanzar un desarrollo económico con “inclusión social”.
La presidenta indicó que “debe haber una responsabilidad muy grande de parte de los países desarrollados porque el nivel de vida de sus habitantes es sustancialmente superior al de las economías en desarrollo”.
El discurso de Cristina hubiera sido una clase de retórica en otro ámbito, pero ayer adquirió una significación especial porque se lo dijo a los 31 CEO de algunas de las principales compañías del mundo, y lo hizo en el marco de la Cumbre del Grupo de los 20.
Con un tono de voz cuidadoso, casi didáctico, Cristina Fernández subrayó que las finanzas tienen que ser una herramienta para incentivar la producción. “No se puede pretender que las economías emergentes tengan crecimiento sin inclusión social porque sin ello no hay garantía institucional”, puntualizó la presidenta en la reunión que mantuvo con los ejecutivos en el salón Mugunghwa Hall del Hotel Sheraton Grande Walherhill, ubicado en la zona norte de Seúl, capital de Corea del Sur.
Frente a la atenta mirada de César Alierta, Executive Chairman de Telefónica, Vikram Pandit, CEO del Citigroup y William Toppeta, presidente de MetLife, Cristina recordó que uno de los ejes centrales del modelo productivo ha sido “el sostenimiento de la demanda agregada”. En la mesa oval del Business Summit de la Cumbre de Seul del G-20, también estaban Jean Lemierre, advisor Chirman del BNP Paribas; Masayuki Oku, presidente del Sumitomo Mitsui Banking Corporation; Sam Walsh, ejecutivo en jefe de la firma Rio Tinto y Roberto Poli, chairman de la firma ENI.
En su exposición, Cristina dijo que las políticas de crecimiento impulsadas por la Argentina en los últimos años son un ejemplo de “lo que se puede aplicar a escala global”. Agregó que “es imposible que un sector o una economía crezca y el resto decrezca o sea disfuncional a esa economía”.
En la hora previa al discurso de Cristina, durante casi una hora, 12 ejecutivos CEO, le dieron a la Presidenta argentina su parecer sobre la crisis. Uno de ellos expresó su temor a que las regulaciones al sector financiero global puedan afectar a la economía real.
“Los empresarios resaltaron el esfuerzo que estaba haciendo la Presidenta” y hablaron con “mucha sinceridad”, subrayó el ministro de Economía, Amado Boudou, en una charla improvisada con los periodistas argentinos acreditados en esta cumbre, que ofreció junto al canciller Héctor Timerman.
En la reunión de cierre entre los ejecutivos y Cristina, también asistieron, por una invitación expresa de la mandataria argentina, el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, y el candidato a sucederlo en el cargo, el secretario, José Ignacio De Mendiguren. También se observó la presencia del ex presidente del Banco Central Mario Blejer y el embajador en Washington, Alfredo Chiaradía.
Durante su intervención, Peter Sands, CEO del Standard Chartered, reconoció la importancia de que el sector financiero asista a la Pyme y otorgue más créditos en materia de infraestructura.
En lo que respecta a las advertencias, el pedido fue tener “cuidado con el tema de las regulaciones, porque puede llevar a que la gente resuelva por sí misma sus problemas (shadow bank)” acudiendo a circuitos alternativos del sistema tradicional.
Josef Ackermann, del Deutsche Bank, coincidió con Cristina en el diagnóstico de la crisis, y a modo de mea culpa dijo que los hombres del sector financiero “siempre utilizamos los remedios habituales y no atacamos la enfermedad; por eso debemos averiguar cuáles son las causas de la enfermedad”.
Antes de ingresar a la reunión con los CEO, Cristina se cruzó en el pasillo del hotel y conversó durante unos tres minutos con su par de España, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, de acuerdo a fuentes oficiales, le  omunicó en persona el pésame por la muerte de Néstor Kirchner.
En sus conclusiones, la Presidenta argentina, aseguró que “el haber roto los equilibrios económicos (por parte de los países desarrollados) también ha coadyuvado a que tengamos esto que fue visto como una crisis de carácter estrictamente financiero pero que, como todos sabemos, esconde causas mucho más profundas que deben ser abordadas con mucha  seriedad y fundamentalmente con un concepto de cooperación internacional”.
Por la tarde, Cristina participó de la recepción con la que el mandatario surcoreano Lee Myung-bak agasajó a los jefes de Estado del G-20. Al lado de la mandataria argentina se sentó el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama; y enfrente del jefe de Estado chino, Hu Jintao. Cristina recibió las condolencias por el fallecimiento de su esposo.






Autor: Claudio Giannetti

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