EL CAIRO, 17 (AFP-NA). - Los enfrentamientos entre partidarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi y las fuerzas del orden causaron la muerte de al menos 83 personas ayer en Egipto, mientras que un llamado de los islamistas a movilizaciones diarias hace temer una escalada de la violencia.
Si bien barrios enteros de El Cairo se transformaron en verdaderos campos de batalla a lo largo de la jornada del viernes, durante la cual los partidarios de Mursi se movilizaron en todo el país, las manifestaciones cesaron casi en su totalidad una hora después de la entrada en vigor del toque de queda nocturno, siguiendo el llamado de la "Alianza contra el Golpe de Estado".
Sin embargo, esta alianza pidió a los manifestantes seguir diariamente con las protestas a partir del sábado para denunciar la muerte el miércoles de al menos 578 personas.
Por su parte, el gobierno egipcio instalado por el ejército aseguró que se enfrenta a "un complot terrorista malintencionado" de los Hermanos Musulmanes, para justificar la represión que ha causado más de 600 muertos en los últimos días, en su mayoría defensores del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi.
"El gobierno afirma que sus miembros, las fuerzas armadas, la policía y el gran pueblo de Egipto están unidos para combatir el complot terrorista malintencionado urdido por los Hermanos Musulmanes", según el comunicado del gabinete del primer ministro.
Ante esta escalada, que hace temer que el país -bajo estado de emergencia desde el miércoles y donde impera un toque de queda nocturno en varias provincias- se hunda en el caos, los europeos estudian "la adopción de medidas". Alemania dijo incluso que quiere revisar sus relaciones con El Cairo.
Este viernes los Hermanos Musulmanes llamaron a manifestarse "por millones" y "pacíficamente" en las calles de Egipto para denunciar "la masacre" del miércoles, que causó 587 muertos y más de 3.000 heridos.
La jornada de ayer fue una prueba para el país árabe más poblado, donde la división no cesa de ahondarse entre partidarios de los Hermanos Musulmanes y quienes aprueban las medidas de seguridad que las nuevas autoridades parecen privilegiar ahora.