BALTIMORE, 29 (AFP-NA).- Efectivos de la Guardia
Nacional patrullaban este martes la ciudad de Baltimore, en el
noreste de Estados Unidos, después de los violentos disturbios de
la víspera por la muerte de un joven negro arrestado por la policía.
Miles de agentes de la Guardia Nacional y de refuerzos de la
policía fueron desplegados en esta ciudad portuaria, donde los
incendios se extinguían lentamente y diversos negocios fueron
enteramente saqueados por manifestantes.
Un toque de queda fue impuesto en toda la ciudad desde las
22H00 locales hasta las 05H00 locales por un plazo de una semana.
El gobernador de Maryland, Larry Hogan, recorrió las calles de
la ciudad en la madrugada y visitó una barricada de la Guardia
Nacional, donde dijo a la prensa que las autoridades asegurarían
"que aquello que ocurrió anoche en Baltimore no vuelva a ocurrir".
"Esta violencia no será tolerada", dijo Hogan a la prensa
frente a la barricada, donde montaban guardia hombres armados con
fusiles de asalto.
"Para esta noche ustedes verán una masiva demostración de gente
en las calles para proteger a los ciudadanos", adelantó, en una
aparente respuesta a las críticas por la demora de las autoridades
en reaccionar.
Líderes locales y nacionales formularon un llamado a la calma
después de un nuevo capítulo de incidentes provocados por
tensiones raciales.
Los disturbios comenzaron el lunes luego del funeral de Freddie
Gray, un joven negro de 25 años que murió por severas lesiones en
la columna vertebral ocho días después de ser detenido por la
policía de Baltimore.
Las autoridades lanzaron una investigación sobre la causa de
las graves lesiones, pero para los miembros de la comunidad negra
de Baltimore es apenas el último ejemplo de la brutalidad policial
contra sospechosos de ese grupo racial.
LLAMADOS
A LA CALMA
Los familiares de Gray se sumaron a los llamados a la calma,
pero las tensiones -especialmente entre los más jóvenes- se
tradujeron en una lluvia de piedras y botellazos contra los
policías y el saqueo de comercios.
La prensa estadounidense citó fuentes municipales que mencionan
por lo menos 15 policías heridos en los disturbios, dos de ellos
de gravedad, y unos 200 sospechosos arrestados.
"Fue horroroso al punto que mis hijos estaban llorando cuando
tratábamos de retornar a casa", dijo a la AFP Latania Graham.
"Yo siento que mis ancestros lucharon para que todo sea más
calmo que esto. Pasar por esto 50 años más tarde es increíble para
mí", añadió Graham, en una referencia a las luchas por los
derechos civiles de los negros estadounidenses.
Este martes, las escuelas de Baltimore estaban cerradas por
medida de seguridad, aunque muchas voces comentaban que eso podría
tener un efecto contrario, dejando a muchos jóvenes y adolescentes
en las calles.
Un diario local, el Baltimore Sun, informó que dos personas
resultaron heridas de bala en dos diferentes tiroteos, y la
policía confirmó que investigaba un incidente en que una mujer fue
baleada en una pierna.
Estos incidentes constituyen apenas el último capítulo en una
serie de enfrentamientos entre la policía estadounidense y jóvenes
negros enfurecidos por lo que consideran actitudes racistas.
El año pasado la muerte de un joven negro desarmado, Michael
Brown, a manos de un agente de policía blanco en la ciudad de
Ferguson, Misuri, provocó protestas en todo el país.
El Superintendente de Policía de Maryland, el coronel William
Pallozzi, informó que movilizó 500 agentes hacia la ciudad y
solicitó otros 5.000 hombres de ciudades de la región.
Por su parte, la Guardia Nacional informó tener disponibles
5.000 hombres y que desplegaría una "enorme fuerza" para proteger
personas y propiedades.
Versiones coincidentes señalan que el lunes, poco antes del
inicio del funeral de Gray, circulaban mensajes en redes sociales
llamando a una "purga", como se denomina en las calles a actos
aleatorios de violación de la ley.