Editorial

Economías y FMI

Cuando estamos transitando el segundo mes de 2012, se conocieron las estimaciones que realiza el Fondo Monetario Internacional -según el informe de uno de sus foros- respecto a la evolución que tendrá la actividad económica en el mundo durante el período mencionado, que será medio punto menor en expansión que en 2011. Ello se explica a raíz del 3,30% que se fija como referencia de crecimiento, recordándose que el año pasado fue de 3,8%, con lo cual de llegar a confirmarse este pronóstico, será el segundo año consecutivo en descenso, ya que en 2010 había sido de 5 por ciento.

Un motivo para preocuparse es que cuando se suponía que comenzaría a darse una evolución recuperadora de la economía, el FMI redujo la estimación de 4 puntos que había hecho en septiembre pasado, calculando un descenso de nada menos que 0,70 centésimos, por lo cual es dable coincidir sin necesidad de demasiadas especulaciones, que los especialistas del organismo financiero están advirtiendo nuevas complicaciones.

Donde más se centraliza el análisis en cuanto a empeoramiento es en Europa, donde prácticamente continuará la recesión según el FMI, ya que las complicaciones de índole financiero impactan muy duramente en lo productivo, siendo la pérdida de empleo una de las consecuencias más negativas, ya que a su vez agiganta el volumen de la pobreza, una fenómeno que por primera vez en muchas décadas se observa en algunos países del Viejo Mundo. Es que de acuerdo a este diagnóstico, la Zona Euro -los 17 países que utilizan la moneda única- experimentará un retroceso de 0,50%, mientras que la Unión Europea -conformada por 27 países- tendrá 0,10% de caída, siendo las bajas más apreciables en Italia con 2,7% y España con 1,7%, cifras porcentuales muy importantes si consideramos que no crecer se considera una muy mala performance, cuánto más es tener retrocesos.

En cuanto al crecimiento global de la economía, que aún con el contrapeso de los europeos igualmente habrá expansión de 3,3%, el mayor peso de la tracción lo tendrán China con 8,2% y la India con 7%, ubicándose bastante por sobre Rusia con 3,3% y Brasil con 3%, aunque no se descarta que la crisis que lleva bastante tiempo instalada experimente una profundización, por lo cual no se deja completamente al margen a esos países a quienes se les adjudica buen nivel de crecimiento, ya que de darse una situación de tal naturaleza, también ellos podría ingresar en un amesetamiento, lo cual terminaría por complicar a todo el conjunto.

China y la India, los dos a los que más se destaca, se ubican muy por encima del resto como consecuencia del empuje que les otorga su mercado interno, siendo el consumo un motor imparable cuando se dan las condiciones necesarias. 

El estudio del FMI también concluye que el escaso crecimiento y el estancamiento en muchos otros casos, será un factor clave para contener las presiones inflacionarias, pues de suceder lo contrario podría agravarse la situación en muchos de ellos, especialmente desde el enfoque social, que de por sí está seriamente comprometido, y con inflación lo sería muchísimo más. En los países con alto nivel de desarrollo por ejemplo, aunque ahora también se encuentren inmersos en la crisis, hay una estimación de suba de precios de 1,6% contra el 2,7% que ocurrió durante 2011, incluso de dar alguna alternativa distinta, es probable que se tienda a la baja, aunque se descarta llegar a una deflación, pues entonces todo sería mucho peor de lo que se anuncia. 

Y precisamente el FMI que desde siempre fue uno de los más firmes sostenedores de los ajustes en países con problemas -aquí en la Argentina esas fueron sus recetas durante décadas-, aunque no lo dice con total claridad en este informe, admite que aún cuando la reducción de los desequilibrios presupuestarios es una necesidad ineludible para sanear las cuentas, finalmente constituyen una medida que retrasa la recuperación, que es justamente lo que viene ocurriendo en varios países de Europa.

Queda claro que el análisis del FMI está mucho más cercano a las medidas aplicadas en la Argentina para enfrentar las crisis recientes -sosteniendo el empleo y lo social- que a las propuestas de sus clásicos ajustes, que lo único que lograron fue profundizar la recesión existente, y en consecuencia deteriorar la situación social, incrementando la falta de trabajo y la pobreza. Aunque, de todos modos, hoy los resultados están aún por verse, pues esta crisis todavía no llegó al final.

Autor: Redacción

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