Un informe titulado "Perspectivas económicas reporte anual 2013" difundido por el grupo BBVA, que cuenta con entidades financieras en 30 países, y que en la Argentina participa a través del BBVA Francés, pronostica el comportamiento que tendrán 23 países emergentes en materia económica durante los próximos 10 años, de acuerdo con los revelamientos realizados. Para la Argentina se le otorga la performance más baja en esa década con una posible expansión de su PBI de 2,7% de promedio anual, lo cual sin dudas se contrapone claramente si tomamos el lapso 2002-2012 en que el crecimiento fue de 5,4%, exactamente el doble.

Si nos atenemos a esos números, la perspectiva que se le acuerda a nuestra economía, y nada menos que durante diez años, es realmente complicada, aún admitiendo una expansión con 2,7% de promedio anual, totalmente lejos de los índices que hubo todos estos años anteriores, aún con el estancamiento que comenzó a producirse desde mediados de 2011.

Estas economías emergentes explicarán el 70% de la expansión que se alcance en todo el mundo, siendo la India con 7,5% el que logrará el mayor crecimiento, seguido por China con 7,4%, luego Vietnam con 7,2%, y Nigeria e Indonesia, ambos con 6,7%.

Respecto a nuestro país con 2,7%, muy alejado de los países mencionados y que encabezan las posiciones, se deja constancia en el apartado correspondiente a los comentarios, que "el panorama se deterioró significativamente" el año pasado. Tanto fue el retroceso que un estudio anterior de este mismo Grupo había establecido para la Argentina en el lapso 2012 a 2022 un crecimiento a razón de 4,1% anual. Es decir, por lo acontecido el año anterior la caída ha sido de 1,4% en promedio.

Este bloque de 23 emergentes que el BBVA denomina "Eagles" (águilas), tiene un promedio de expansión en la década que viene de 4,1%, lo cual significaría para la Argentina no alcanzar la performance media, y además quedar también relegada en la perspectiva exclusivamente regional, donde las estimaciones son para Perú 5,7, Colombia 5,3, Chile 4,8, Brasil 3.6 y México 2,9%. Aún de esta manera, la Argentina continuará poseyendo el tercer PBI más grande de la región, detrás de Brasil y México.

Una de las razones por las que el crecimiento no mantendrá el ritmo de años anteriores es debido a la caída de la productividad laboral, aspecto en el cual el resto de países nos aventaja muy claramente.

Dinero al Uruguay

Las restricciones impuestas al dólar, que vienen erosoniando la actividad económica y financiera desde hace tiempo, además de la incertidumbre respecto a medidas que en algún momento deberán adoptarse -aunque se especula con mucha lógica que no serán hasta después de las elecciones de octubre-, son aspectos que impulsan aún más el envío de dinero al exterior por parte de argentinos.

Un informe conocido recientemente da cuenta que el envío -por diferentes vías- de dinero de ahorristas argentinos al Uruguay creció cuatro veces con relación a 2011, acumulándose los depósitos a 2.600 millones de dólares. Con lo cual, ni la promesa uruguaya de levantar el secreto bancario ni tampoco el acuerdo para intercambiar información tributaria entre ambos países tuvieron el más mínimo efecto en los ahorristas, quienes continuaron y cada vez más aceleradamente girando fondos al vecino país, donde evidentemente los consideran más seguros.

En los últimos doce meses fueron derivados al Uruguay 300 millones de dólares, creciendo a razón del 12,7%, mientras que años anteriores como 2011 esa expansión era sólo de 3,5%.

Estos datos se conocieron merced a los balances contables que presentaron las entidades financieras públicas y privadas ante el Banco Central de Uruguay, confirmando que el dinero de los argentinos depositado allí suma el 70% de los ahorristas no residentes.

En Uruguay se deja por sentado que el gran volumen de dinero que es enviado a su banca por los argentinos, obedece a la mayor seguridad que encuentran, y que no advierten en la Argentina.

El banco uruguayo que más dinero argentino tiene depositado es el Santander con cerca de 800 millones de dólares, el BBVA con 417, mientras que en tercer lugar aparece el Banco de la República con 344 millones.

Más allá de este detalle, que expone claramente el desvío de ahorros argentinos hacia otros países, queda en evidencia la falta de confianza en el sistema local, que en anteriores ocasiones fue violentado por resoluciones gubernamentales.