Casi como en una lotería o en un casino, los analistas económicos comienzan a estimar qué pasará con la economía global a lo largo del 2021, un año que también estará atravesado por la pandemia aunque con un matiz más optimista por las esperanzas e ilusiones que a esta altura alimentan las vacunas que ya comienzan a aplicarse en distintos países. De todos modos, cabe aclarar que los economistas y las consultoras efectúan sus pronósticos en base a modelos estadísticos, evaluación de indicadores y expectativas de los mercados entre otras variables, sin tener en la mesa de trabajo al azar. No obstante, se trata de estimaciones que después bien pueden tener su correlato en la realidad o bien, por h o por b, las proyecciones no se cumplieron.
En cierta medida, sin tener la bola de cristal que nos ofrezcan garantías sobre lo que sucederá en el futuro, los hombres buscan prever qué puede pasar con esto o con aquello. Sucede con el clima, que tienen sus propios pronósticos que a veces fallan, con los deportes cuando se analiza qué equipo puede ser campeón y con la política cuando hay elecciones, es decir intentamos definir quienes podrán ganar y cómo será una ciudad, una provincia o un país si triunfa un candidato de izquierda o de derecha. Todo el tiempo procuramos, entonces, tener una dosis de previsibilidad de los escenarios futuros que vamos a transitar. Es una necesidad.
A esta altura del año, nuestra demanda es saber qué pasar con esto o aquello en el 2021. Cómo nos irá en la economía nacional, qué podemos esperar de nuestra situación personal, si tenemos expectativas de mejorar, o nos conformamos al menos con seguir igual que hasta ahora.
Por caso, hace un año nadie, absolutamente nadie, anticipó la pandemia ni su impacto en la economía. Distintos economistas argentinos no fueron optimistas al estimar cómo sería el 2020. Al repasar los informes de actualidad y proyecciones de finales de 2019, se coincide en que la Argentina tendría un 2020 complicado, con recesión y crisis de la deuda a negociar con acreedores privados y el FMI. En promedio, anticipaban una caída de la actividad económica en torno al 2 por ciento.
Con el diario del lunes, y la pandemia aún gobernando el mundo, ahora sabemos que la economía argentina caerá entre el 11 y el 13 por ciento, dependiendo quién haga los cálculos. Así pueden cambiar las cosas de un año a otro en un mundo que trata de interpretar el futuro, pero que no previó al Covid.
En este marco, ahora las consultoras económicas y políticas nacionales presentan sus proyecciones para 2021. El contexto internacional mejora para el país a medida que la actividad económica mundial se normaliza, pues ya van cinco meses de avance ininterrumpido, vuelve a crecer Brasil y los términos del intercambio son más favorables, con lo cual el frente externo "se posicionó en octubre nuevamente como un factor que podría propiciar el crecimiento", destacó la Gerencia de Estudios Económicos del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
A la vez, la industria de Brasil "ya se encuentra por encima de su nivel pre pandémico", destacó el estudio del banco bonaerense. En octubre la producción manufacturera del socio del Mercosur creció 1,1% en términos mensuales, el sexto guarismo positivo consecutivo, y se ubicó así 1,4% por encima del nivel anotado en febrero, antes de la pandemia. La producción fabril brasileña avanzó 0,3% interanual en octubre, tras crecer 3,7% en septiembre, cuando interrumpió diez meses seguidos de resultados negativos; en tanto, el acumulado del año aún exhibe números rojos (-6,3%).
El estudio del Banco Provincia constató por otra parte que el comercio mundial "registra mejoras", aunque sigue afectado por la pandemia: los datos más recientes del intercambio y la producción industrial global mostraron una recomposición en octubre y "aminoraron su contracción", si bien "aún se ubican en niveles inferiores a los anotados en 2019". En tanto, la liquidez global (componente que perdió relevancia por el mayor cierre de la economía) exhibe "una mejora significativa en los últimos meses, a partir del sesgo expansivo de los principales bancos centrales".
Hacia adelante, agregó, se prevé que lentamente las condiciones internacionales seguirán recuperándose. Si bien los principales socios comerciales de la Argentina continúan afectados fuertemente por la pandemia, las mejoras observadas hasta el momento podrían consolidarse, dado el reciente optimismo suscitado por la aprobación de diferentes vacunas, indicó el estudio.
Asimismo, según el reciente informe del FMI, las cotizaciones de las materias primas seguirán creciendo (con subas esperadas en 2021 de 32% para el petróleo y de 5,1% para el resto de los commodities) en un marco en el que las condiciones de liquidez continuarían siendo favorables, de acuerdo con la FED. Pese a las perspectivas favorables, el análisis bonaerense alertó en su conclusión que siguen existiendo importantes riesgos en el corto plazo que pueden truncar las previsiones, principalmente si el control sanitario no muestra resultados contundentes y se deben realizar nuevos confinamientos.