Editorial

Economía en alza

En medio del fárrago de informaciones que suelen darse sobre el final del año, hubo una que no alcanzó a dimensionarse debidamente, pero que en realidad tiene una importancia superlativa, especialmente en lo que puede darse en el futuro inmediato. Es nada menos que respecto al comportamiento de la economía, ya que las estadísticas oficiales del INDEC del mes de octubre, dieron cuenta que ese décimo mes del año pasado se produjo un crecimiento de 1,1% respecto a septiembre,  alcanzando una expansión total de 3% medida con octubre de 2011, con lo cual la suba anual podría estar en el orden de los 2 puntos, de acuerdo con las estimaciones oficiales. Es que aún habiendo concluido ya 2012, aún restan conocerse los números de noviembre y diciembre para de esa manera poder cerrar el ejercicio.

Y decimos que se trata de una buena noticia, pues las estimaciones privadas, incluso avaladas por las estadísticas que se disponían hasta antes de octubre, eran mucho peores. Y para profundizar el análisis, deben recordarse algunos aspectos que fueron sucediendo durante este ciclo, efectivamente ya clausurado. Todo indicaba al comienzo del año pasado que los primeros 6 meses iban a ser muy complicados y en baja o estancamiento, pero se alentaba una segunda parte del año en franco crecimiento y expansión, que iban no sólo a recuperar la mitad inicial sino a permitir un crecimiento económico entre 4 y 5 puntos. Algo lejos de años anteriores, pero que comparando con la crisis mundial y lo que sucede en otros países de alto desarrollo -se dice por ejemplo que España estaría retrocediendo para el sector del tercer mundo-, resultaba muy positivo.

De todos modos, esas expectativas comenzaron a diluirse luego de transcurrir la primera parte (julio, agosto y septiembre) del segundo semestre, ya que las cifras no sólo lograban repuntar sino que se mostraban en estancamiento, pero llegó en cambio la explicación del mes de octubre, con muy buenos números y dejando abierta una puerta al optimismo, ya que de afianzarse la tendencia, lo que se sabrá cuando se conozcan las estadísticas de noviembre y diciembre, no sólo se podría concluir el ciclo con esos 2 puntos que estima el gobierno, sino observar con optimismo al recién iniciado 2013.

Debe destacarse además que la estimación de crecimiento oficial, ajustada a la cifra mencionada de 2 puntos, se acerca mucho más a lo que auguran los especialistas del sector privado, donde se coincide en que estará en 1,5 puntos. Para hacer propios planteos, nada menos que recordar cómo se fueron dando las cifras mensuales de nuestra actividad económica, arrancando enero con 6,1% de suba, mientras que en febrero se contrajo a 5,6% y luego marzo 4,1%, pero el tobogán se aceleró en abril bajando a 1%, retrocediendo en mayo 0,7% y en junio volvió a caer 0,2%, logrando recuperarse en julio con 2,1% y volvió a aumentar en agosto 0,7%, pero en septiembre volvió a retroceder 0,7% y ahora se conoció este casi sorprendente 3% de suba de octubre.

En materia comparativa, recordemos que a esta altura el año pasado el crecimiento económico estaba en el orden de 5,5%, habiendo tenido ahora una notoria desaceleración dentro del suba y baja que se produjo durante los meses contabilizados, que dan cuenta entonces de una manifiesta inestabilidad. Siempre añadiendo más elementos de consideración, digamos que el Presupuesto 2012 estimaba una expansión de 4,3% y finalmente estará menos de la mitad de esa cifra. Aunque, todavía deben ser estadísticamente explicados los dos últimos meses de 2012 para llegar así al cierre completo del ciclo.

Dos factores que resultaron trascendentes para empujar a octubre hacia arriba, fueron las producciones industrial y agropecuaria, que lograron emerger -apenas con lo justo- de la zona negativa, luego de varios meses consecutivos con registros muy débiles. En cambio un rubro importante y de mucho peso, como es la industria de la construcción, no consigue recuperarse, ya que según datos de noviembre experimentó en ese undécimo mes del año una caída de 5,3%, siendo el octavo seguido en retroceso. 

Aún con ciertas diferencias entre las estadísticas oficiales y las privadas, estando lejos del optimismo inicial que había respecto a la segunda parte del año, la economía no estuvo estancada ni en retroceso. Si comparamos con el mundo desarrollado no estamos mal, pero si en cambio miramos a nuestros vecinos latinoamericanos, con excepción de Brasil el resto nos ha sacado amplias aventajas.

Autor: Redacción

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web