Editorial

Economía amenazada

El informe del FMI sobre las perspectivas de la economía en el mundo durante la reciente asamblea realizada en Washington, es realmente intranquilizador, ya que de acuerdo con los análisis realizados por sus especialistas se está ingresando en una nueva y muy peligrosa faceta, llegándose a admitir que no sería de extrañar que las autoridades de la Eurozona puedan llegar a perder el control de la crisis, que viene golpeando muy fuerte a toda esa región que se maneja con moneda común.

Se advierte sobre el peligro del "efecto tenaza", ya que el mundo podría verse sometido por un doble golpe, con origen en Europa uno y en los Estados Unidos el restante. De llegar a darse esta circunstancia, la economía de todo el planeta sufriría las consecuencias, según lo que sostiene el FMI.

Por cierto que el organismo financiero internacional goza de escasa credibilidad, pues no previno ninguna de estas últimas crisis, estando en dudas además sus recetas de ajuste sobre ajuste, tal como propuso ahora para Grecia con el despido de 30.000 trabajadores públicos. Un hecho sobre el cual aquí en la Argentina se tiene bastante experiencia, ya que los ajustes nunca dieron resultados positivos; es más, tal vez fueron más perjudiciales que benignos, pues por ejemplo en este caso concreto, se achica de entrada el gasto público en salarios, pero luego se debe asistir a los despedidos, se reduce el consumo y de tal manera se incentiva la recesión.

Que la situación está realmente comprometida, lo ratifica además el hecho que en sus nuevos pronósticos el FMI redujo los índices de crecimiento para los países más desarrollados que había dado en el mes de junio pasado, ahora con 1,6% este año y 1,9% en 2012, mientras que a nivel mundial estima que el promedio de expansión será de 4% tanto este año como el próximo, cifras también disminuidas con relación a las de mitad de este año.

De todos modos, lo que se destaca como observación principal es el gran contraste entre los países ricos, hoy seriamente afectados, y los asiáticos en desarrollo, para quienes se anticipa un crecimiento de 8,2% de promedio, a quienes se agregarán en muchos casos aquellos conocidos como economías emergentes, todas ellas -según el FMI- que aún logran mantenerse a salvo de los efectos de la crisis de los desarrollados.

El temor que existe es que se produzca una crisis de efectos prácticamente inéditos, algo así como el miedo a lo desconocido, ya que no existen demasiados antecedentes de lo que viene ocurriendo, donde los afectados son los países pobres y los que se encuentran a salvo -al menos hasta ahora- los más pobres. Hasta aquí, todas las crisis fueron exactamente al revés, con los emergentes como víctimas centrales, con ajustes sobre ajustes, tal como le sucedió a la Argentina durante décadas.

Dos son los fantasmas que se agitan sobre la economía mundial en este momento, uno de ellos el descontrol al que puede llegar la crisis en Europa, donde el impacto mayor está dado en Grecia pero hay varios con serios problemas, prendidos prácticamente de un hilo, tales los casos de Portugal, Islandia, España e Italia. Si además Estados Unidos vuelve a ingresar en recesión, entonces se daría una conjunción cuyos efectos no pueden ser aún dimensionados.

De tal manera, y con total crudeza, desde el polémico FMI se advirtió sobre esta situación mundial que viene amenazando a la economía, y también a las finanzas, de los principales países del planeta. Todo es por ahora análisis y pronóstico, con pocos indicativos para la búsqueda de una solución, ya que hasta ahora todo lo que se viene haciendo es más similar a una política de parches que a una verdadera salida, con proyección sólida y volcada hacia el futuro.

Ingresan dentro de este marco una serie de especulaciones, que se hacen respecto al precio de los comodities, sostén principal de los emergentes, pudiéndose dar varias alternativas, como por ejemplo el loby de parte de los compradores para tratar de reducir los valores actuales, aunque finalmente y tal como lo estima el FMI, lo que jugará un papel fundamental es el juego entre oferta y demanda. Unica manera de alcanzar un equilibrio cercano a la realidad.

Digamos finalmente que esta clase de análisis de parte del FMI no han sido demasiado certeros en los últimos tiempos, pero que así y todo son muy considerados en el mundo, especialmente al momento de tomar decisiones.

Autor: Redacción

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web