Dos temas preocupan particularmente a La Habana: el embargo económico y la permanencia de Cuba en la lista estadounidense de países que patrocinan el terrorismo, lo que priva a la isla de créditos internacionales. Washington dijo que la revisión de la lista "está en proceso" y que Cuba podría ser retirada antes de la reapertura de embajadas, cerradas en 1961 tras romper relaciones diplomáticas.
En cambio el embargo sólo puede ser levantado por el Congreso, dominado por la oposición republicana, lo que puede complicar los esfuerzos del demócrata Obama. Estados Unidos ha advertido, no obstante, que mantendrá su compromiso con los derechos humanos en la isla.