Editorial

Donantes de órganos

Durante el transcurso de una semana, en Rafaela se produjeron dos operativos de ablación de órganos, que servirán para dar vida o mejorar la calidad de la misma de otras muchas personas que están en lista de espera para acceder a esa posibilidad, constituyendo en algunos casos muy especiales una espera que se hace interminable y angustiosa. La espera de Justina por un corazón que le permita prolongar su vida de 12 años, dramática y cargada de esperanza, es por estos días otra de las situaciones que conmueve.

Lo expresado, son cuestiones que llevan a inducir hacia la donación de órganos, un verdadero acto de amor, que sigue creciendo, aunque debería hacerlo mucho más todavía. Es que en este caso, la ansiedad es muy grande y a veces no logra ser colmada.

El registro de donantes en el INCUCAI viene incrementándose, pero aún no alcanza. Hay 11.000 personas que integran la lista de espera, aguardando por el órgano que les salve la vida. En lo que va del presente año se inscribieron 81.000 personas más como donantes, constituyendo una marca histórica, pudiéndose referir para medirla en su exacta dimensión, que en 2016 habían sido 30.000 los nuevos incorporados.

Pero tal vez el dato más alentador es que se interrumpió la tendencia a la baja en cuanto a donantes y por lo tanto, los trasplantes de órganos vienen en aumento, ya que el año pasado en este último aspecto se había retrocedido un 10%, ahora, en los primeros diez meses del año aumentaron 15% tanto donantes como trasplantes. Hasta noviembre de 2016 se contabilizaron 443 operativos, mientras que hasta igual mes de 2017 llegaron a 1.102. Otro dato revelador es que durante los doce meses del año anterior se realizaron en todo el país 1.273 trasplantes, apenas cinco más que los que se llevaban realizados este año hasta noviembre, quedando todavía un lapso suficiente para superar la marca de 2016.

Mirando hacia atrás, tenemos que el récord anual absoluto fue en 2012 con 631 donantes.

Desde el INCUCAI también se dejó constancia reciente que este año creció el porcentaje de donación multiorgánica, es decir, la cantidad de órganos que se pueden utilizar de un donante, estando ahora en un rango del 70%, cuando el año anterior se venía en el 60%, lo cual significa que los sistemas de salud están haciendo bien su trabajo.

Lo extraño dentro del tema, y poco conocido, es que en nuestro país además de existir el registro de donantes, que cuenta hoy con 2.889.522 adherentes, existe un registro de voluntades negativas, el que dispone de 1.056.989 personas adheridas, aunque, afortunadamente, el crecimiento del primero es mucho mayor y la distancia se va ampliando a medida pasa el tiempo. La concientización, las campañas públicas y la transmisión personal, van ganando una batalla que, de todos modos, no tiene demasiados justificativos de existir.

Los casos que conmueven a la sociedad y tienen un efecto multiplicador de donantes, son estos como el de la niña Justina, pero además, lo trascendente es proporcionar información fidedigna sobre la donación de órganos en todas sus instancias, en muchos casos para dejar bien en claro la inexistencia de algunas situaciones expuestas por quienes están por la negativa. De todos modos, se trata de algo que seguramente con el transcurrir del tiempo, irá perdiendo volumen y quedando como una instancia de escaso relieve.

Sobre el total de intervenciones realizadas este año 398 fueron trasplantes renales, 156 hepáticos, 41 cardíacos, 24 renopancreáticos, 14 pulmonares, 6 hepatorrenales, 2 cardiorrenales y 2 pancreáticos. A esto se suman los 549 trasplantes de córneas. ¿Cómo se llegó a esas cifras? Gracias a personas que de manera solidaria manifestaron su voluntad positiva hacia la donación. A esto se sumó el trabajo y compromiso de los equipos de salud de todo el país para concretar el trasplante.

Desde 1998, cada 30 de mayo se celebra el Día Nacional de la Donación de Órganos en conmemoración al nacimiento del hijo de la primera mujer trasplantada hepática, María Obaya, en el Hospital Dr. Cosme Argerich de Buenos Aires. Obaya hoy tiene 52 años y agradece todos los días haber sido trasplantada. 




 

Autor: REDACCION

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