Sr. Director:
Dinero, te acuso de usurpar el poder de Dios. De destruir familias. De quitarle identidad a las personas. De endurecer corazones. De transformar a los seres humanos, en seres materiales, vanos e inútiles. De flagelos: las guerras, el odio, la envidia, los celos , las enfermedades.
Te acuso de hacer enojar a Dios. De destruir nuestro medio ambiente; un ambiente creado, para satisfacer la vida, de todos los seres que habitamos en este mundo. Te acuso de contaminación, y muerte. De dividir, marginar. No niego que existas, has hecho muchísimas cosas buenas, las haces y las harás; pero es más grande tu poder de atracción, una atracción que enceguece y mata al espíritu y la razón. Es incalculable el daño que has hecho, haces y harás.
¿Tienes algo que decir en tu defensa?. “¡Sí!. Solo soy víctima de los seres que hacen de mí un templo de adoración”.
Ana María Abuh Arias de Abeille
Rafaela