Editorial

Dignidad del trabajo

Un bien indispensable

La dignidad es uno de los valores indispensables del ser humano, y para alcanzarlo, el contar con la posibilidad de un trabajo es esencial, ya que es la herramienta que permite el sostén y desarrollo de la familia, ese núcleo que es a su vez el que nutre de fuerza a la sociedad en todo su conjunto. Justamente en este tiempo, las estadísticas están pasando por su mejor momento en cuanto a la generación de empleos, constituyendo una señal muy positiva y que está siendo debidamente valorada, aunque reste todavía encontrar la solución a dos grandes factores como lo son el empleo no registrado -en negro- y las mejores retribuciones que deben darse a una importante cantidad de sectores, ya que al menos dos terceras partes del total de trabajadores continúen teniendo salarios que están lejos de poner sostener al grupo familiar.

Justamente, una festividad religiosa muy acendrada en nuestro país, como lo es la de San Cayetano, que tuvo lugar el primer domingo de este mes de agosto, puso de manifiesto una vez más en todos los templos del país donde se venera al Santo, que la trilogía conformada por pan, paz y trabajo, fue razón de una masiva convocatoria.

 Aquí en Rafaela la tuvimos en el barrio Amancay, por cuyo templo desfilaron siete millares de personas durante la jornada, ocasión en la cual el obispo Carlos Franzini, quien en su homilía sostuvo que "el mensaje de San Cayetano quiere regalarnos es que volvamos a poner en Jesús nuestra confianza, a descubrir que sólo tiene palabras de vida eterna, a darle el lugar que merece en nuestro corazón, en la vida familiar y social, sin Jesucristo nuestra vida no tiene rumbo. Sin Dios los hombres perdemos sentido, dejamos de ser hermanos y así nos va. Qué nos está pasando cuando en la familia hay conflicto y violencia, cuando en el barrio y en la ciudad hay enfrentamientos, cuando los problemas graves y profundos que nos acosan se quieren solucionar con recursos que no son los de la fraternidad, la justicia, la comprensión, el diálogo, el respeto, lo que Dios nos propone. Volvamos a mirar a Dios y seguramente de la mano de Jesús podremos atravesar todas las dificultades".

Monseñor Franzini aludió además a la actitud de los fieles al acercarse a la imagen del Santo y tocarla con sus manos, sobre lo cual sostuvo "no debiera quedarse en el simple hecho de tocar sino que también hay que mirar la imagen que estamos observando porque así descubrimos en el Santo no sólo su expresión de ternura sino la devoción, el cariño y el afecto con el que San Cayetano tiene en sus brazos al niño Jesús", para agregar "nos llama a mirar y a tocar a Jesús, a abrazarlo y tenerlo en nuestros brazos"

Mientras tanto, en esa misma jornada pero en el templo del barrio porteño de Liniers, el cardenal Jorge Bergoglio en su mensaje hizo eje en la necesidad de asumir valores, diciendo "junto a San Cayetano, rezamos y pedimos la gracia de dejar cada uno sus avivadas y ser hombres y mujeres con sed de justicia, con esa alegría que da pensar cómo podemos ser más justos en nuestras relaciones", para añadir luego "en vez de andar pensando en lo que nos deben, salimos pensando en lo que nosotros debemos a los demás", tomando en torno a esta reflexión un pasaje bíblico del cambio de vida que hizo Zaqueo luego de haber hospedado en su casa a Jesús, recordando que "Zaqueo pasó de ser un coimero a ser un tipo solidario" y que "dejó de maltratar y acusar con el dedo a los demás, pasando a compartir su pan con el hambriento y a ayudar a los que sufren", concluyendo con Zaqueo, quien "dejó de ser un ñoqui y vividor para ser un trabajador honesto, justo y solidario".

Pan para satisfacer el hambre, paz para la indispensable serenidad de espíritu que todos necesitamos, y trabajo para cubrir la dignidad de sobrevivir en base al esfuerzo propio, son los tres elementos básicos que justifican la convocatoria por la fe que inspira San Cayetano, y que tiene diseminados numerosos santuarios en todo el territorio nacional. Una muestra muy grande de la espiritualidad de nuestra gente, ya que en definitiva de eso se trata, mezclándose ante la imagen del Santo los pedidos y los agradecimientos, tanto de aquellos que van para sostener su esperanza, como quienes dan su testimonio de gratitud por concesiones recibidas.

Autor: Redacción

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