BUENOS AIRES, 18 (NA). - Los bonos en dólares sufrieron caídas superiores al 5%, mientras las acciones de compañías argentinas que cotizan en Wall Street retrocedieron ayer más allá del 7%.
El mal resultado de los activos argentinos es consecuencia de la aversión global al riesgo, tras la suba de tasas de Estados Unidos ante expectativas más duraderas sobre la inflación.
Por su parte en la bolsa porteña el Merval mostró una baja del 3,7%.
El bono AL29 cedió 5,3% y cotizó a 26,30 dólares, una pérdida de 19,3% en lo que va de febrero.
El resto de los títulos que integran el panel principal de los bonos argentinos en dólares cayeron entre 3% y 5%.
El riesgo país, el indicador de JP Morgan que mide la sobretasa de la deuda argentina aumentó 2,1%, a 2.100 puntos básicos, el nivel más alto desde el 3 de enero último.
En lo que va del mes el riesgo país perdió 15,6%, aunque todavía registra un saldo favorable en lo que va del año del 5,2%, como consecuencia de la buena performance que los bonos tuvieron en enero.
Las medidas anunciadas por el ministro Sergio Massa para destinar US$ 1.000 millones a la recompra de bonos no ayudó ni a mejorar las paridades de los títulos ni a hacer bajar el riesgo país.
También los ADR cayeron con fuerza. La peor performance se la llevaron los bancos, con el Supervielle retrocediendo 7,1%, seguido por BBVA con 6,5% y el Macro con 5,6%.
La única excepción en un panel totalmente rojo fue Globant, que subió 2,6%. Al igual que los bancos, las energéticas están entre las que presentaron los peores resultados. YPF cedió 4,5%, mientras Transportadora Gas del Sur el 4,1% y Pampa Energía 2,9%.
El Merval perdió 4,1% y se movió en espejo con los ADRs con todas las acciones principales en baja, lideradas por BBVA con un retroceso de 5,9%.
La pérdida de los activos argentinos se enmarcó en una jornada negativa para los mercados globales, con el Dow Jones con una baja de 0,4% y el Nasdaq de 1,6%.
Especialistas indicaron que la debilidad externa contagia a los activos domésticos, incluso a los ADRs que se venían resistiendo a una toma de ganancias a diferencia de los bonos que desde un tiempo se presentaban más pesados luego de haber testeado las paridades superiores del rango.