Editorial

Deudas en vaivén

De enero a septiembre, en los primeros nueve meses del año, la deuda pública se incrementó en 10.994 millones de dólares, pasando de 164.330 a 175.324 millones de la divisa estadounidense, una cuenta que fue difundida por el propio Ministerio de Economía, no incluyendo los intereses moratorios y punitorios debido a los atrasos con el Club de París. Una deuda que justamente desde hace tiempo se viene analizando la posibilidad de saldar, pero que siempre tropieza con algún nuevo inconveniente, aunque las actuales circunstancias que dan cuenta de la posibilidad que nuestro país salga a buscar financiamiento externo en 2012, hacen que cada vez se encuentra más cercana la posibilidad de poner punto final a esta deuda con el aludido ente financiero conformado por países europeos.

Al momento de difundirse esos datos, el gobierno contaba con una disponibilidad de 2.906 millones de dólares de las reservas prestadas del Banco Central y no utilizadas hasta ese momento, aunque estaban destinadas para afrontar compromisos de este cuarto trimestre que está llegando a su conclusión.

Como viene sucediendo desde 2005, el endeudamiento con el Banco Central, la ANSeS, el Banco Nación y algunos otros entes públicos es cada vez mayor. Sólo desde diciembre de 2010 a septiembre de 2011 la deuda del gobierno con los organismos públicos aludidos subió 15.088 millones de dólares, pasando del 46,8% al 52,5% del total de la misma. 

De tal modo, y avanzando aún más en la proporción de detalles que suministró el Palacio de Hacienda respecto a la deuda, digamos que con los acreedores privados el endeudamiento se redujo en 4.684 millones de dólares, siendo ahora de 58.630 millones, en tanto que con los organismos públicos la deuda del gobierno asciende a 76.973 millones de dólares. Con el Club de París, en el ya mencionado proceso de negociación, la deuda original es de 6.464 millones, pero ahora se amplió a 9.000 millones por el agregado de los intereses adicionales por mora y punitivos. Y finalmente, esta verdadera bola de nieve, que ahora volvió a incrementarse, incluye una deuda de 18.169 millones de dólares con organismos financieros internacionales y préstamos bilaterales, en tanto que el resto corresponde a acreedores del sector privado.

La ampliación de la deuda, aún cumpliendo con los pagos recurriendo a las reservas del Central, obedeció a la emisión de títulos por 5.703 millones de dólares, los que fueron colocados en su mayoría en la ANSeS -es decir, el dinero de los jubilados-, aunque además se agregan letras y avales por 1.600 millones, como así también otros préstamos recibidos desde el Central bajo la forma de "adelantos transitorios", agregándose otros 1.322 millones por el ajuste de bonos atados al CER, significando una muy importante cantidad a pesar de la manipulación del INDEC por la subestimación del nivel inflacionario.

Pero además -según lo analiza el periodista Ismael Bermúdez- "como al mismo tiempo la economía creció y hubo inflación en dólares, en relación al tamaño del PBI el endeudamiento público bajó del 45,3 al 42,7%, continuando así el proceso de desendeudamiento iniciado en 2003", tal como lo informó el Ministerio de Economía.

Ampliando todavía más este panorama de la deuda pública, del total de 175.324 millones de dólares, el 21% está explicado por los bonos ajustables por el CER, de los que el 65% se encuentran en poder de los organismos públicos -especialmente la ANSeS-, con lo cual caemos en la cuenta que la manipulación con el nivel inflacionario a quien más perjudica es a la clase pasiva, que no sólo ve como sus recursos son traspasados al gobierno para financiar su funcionamiento, sino que además la compensación por intereses resulta adulterada por la manipulación del INDEC. Es decir, un doble efecto negativo, que en algún momento del futuro cercano puede volverse fuertemente en contra de los jubilados.

En cuanto a los vencimientos futuros de la deuda, el Ministerio da cuenta que entre 2012 y 2021, los correspondientes al capital son de 6.341 millones de dólares por año, a los que deben agregarse los intereses, elevando considerablemente esos montos.

Tenemos entonces dos visiones sobre la deuda pública, pues por un lado el incremento de las cantidades nominales es evidente, con casi 11.000 millones en nueve meses, aunque en cambio si se la mide con la inflación en dólares, tenemos una perspectiva de desendeudamiento. 

Autor: Redacción

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