En plena campaña electoral, la delegación en Argentina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef nos ha sacudido con un documento en el que plantea que es tan urgente como importante comenzar a pagar la deuda social con los niños y adolescentes argentinos. Se trata de uno de esos temas sobre los que muchas veces se impuso esa suerte de consejo criollo de tono imperativo que sugiere "mejor no hablar de ciertas cosas" o un más directo y enérgico "de eso no se habla".
Unicef lanzó esta semana una campaña para plantear que el mayor desafío para el próximo presidente no es pagar la deuda contraída con los acreedores internacionales sino saldar aquella que implica que el país no haya logrado perforar el piso de 30% de pobreza infantil por ingresos en los últimos 30 años. "Todos nos preguntamos qué va a hacer Argentina para pagar la deuda, cuántos millones hacen falta, cuál es el plazo, cuántos años va a llevarnos (...), el país carga con una deuda de la que nadie habla: la deuda con la niñez y la adolescencia", comienza diciendo el spot de esta campaña que nos interpela directo al corazón y nos desnuda una vez más frente al espejo del fracaso colectivo.
Saldar este déficit estructural será "el mayor de los desafíos" para las autoridades electas, según Unicef, que enumeró ocho ejes que "deberían ocupar un lugar central en el debate electoral y en la agenda del próximo presidente y gobernadores" para resolver este "problema estructural que va más allá de la falta de ingresos". En ese sentido, la campaña #LaDeudaEsConLaNiñez incluye un documento -que ya fue enviado a todos los candidatos- con diagnósticos y propuestas para trabajar en protección social, cuidados de la primera infancia, educación inicial, escolarización secundaria, salud, nutrición, no violencia y sistema de justicia inclusivo. "Queremos que los candidatos prioricen saldar la deuda más importante que tiene el país y que no puede admitir discusiones ni divisiones", aseguró la representante de Unicef Argentina, Luisa Brumana en conferencia de prensa. Tampoco, es oportuno remarcar, resiste más dilaciones.
"También queremos que sean los ciudadanos los que interpelen a sus candidatos" en este sentido, agregó la dirigente.
En su documento, Unicef destacó que "más de un millón de chicas y chicos" elegibles para la Asignación Universal por Hijo no cuentan con este beneficio, "cerca de 300.000" la pierden cada año y que el monto "solo cubre el 62% de la canasta básica alimentaria". Al respecto, Sebastián Waisgrais, especialista en inclusión social de Unicef, consideró que resulta necesario revisar el diseño de la AUH.
Por otro lado, la organización recordó que solo uno de cada dos trabajadores tiene acceso a una licencia por maternidad o paternidad, estando la primera por debajo de los estándares internacionales y siendo la segunda, la más baja de la región de tan solo dos días.
En cuanto a la primera escolaridad, la organización afirmó que aún no ha se ha podido garantizar a todos los niños y niñas una educación inicial de calidad y agregaron que mientras el 97% de los chicos de 5 años asisten a preescolar (obligatorio), sólo el 41% va a la sala de tres y el 9% a la de dos años (opcionales). "Necesitamos ampliar esta cobertura con criterios de calidad y equidad", dijo Unicef en el documento enviado a los seis candidatos presidenciales que bien debería llegar a los gobernadores que asuman o reasuman en diciembre y por qué no a todos los intendentes del país.
Además, el texto revela que más de 500.000 adolescentes están fuera de la escuela, y solo uno de cada dos logran terminarla en los plazos esperados. "Necesitamos que la (escuela) secundaria nos dé las habilidades críticas para el siglo XXI, que nos prepare para la vida adulta y para una transición exitosa al mundo laboral", planteó la entidad.
Por otro lado, Unicef recordó que el 70% de las mujeres menores de 19 años que dan a luz cada año no buscaban ese embarazo, y que unas 2.500 niñas menores de 15 años se convierten en madres anualmente, muchas de ellas producto de violaciones. Asimismo, resaltó que otra preocupación es que la mortalidad adolescente por suicidio se ha triplicado en las últimas tres décadas. Al revisar estadísticas, indicó que fueron 460 en 2017 y hoy es la segunda causa de muertes evitables entre adolescentes.
Y sobre otro de los ejes, la malnutrición, la organización puntualizó que mientras más de 1.5 millones de niñas y niños viven en hogares que no alcanzan a cubrir una canasta básica alimentaria, el 41.1% tiene sobrepeso y obesidad.
Bien subraya Unicef que el costo de no actuar es enorme. Porque un país que le da la espalda a su infancia le da la espalda no solo a su presente sino también a su futuro. Dice que la misión de Unicef es contribuir a que los derechos de niñas, niños y adolescentes se conviertan en una realidad, sin dejar a nadie atrás. En realidad, debería ser una misión compartida por todos.