Si bien aún no está el proyecto final sobre cómo se construirá el nuevo velódromo de Rafaela, tal como lo mencionó el ministro Enrico durante la presentación de obras porque los equipos técnicos del gobierno santafesino están en diálogo con ODESUR y la UCI, a partir de las características del que cuenta el "Vicente Chancay" de San Juan se puede tener una referencia muy parecida.

Esto avalado porque es prácticamente una sola empresa la que está realizando estas construcciones de la Unión Ciclista Internacional.

La obra sanjuanina está totalmente cubierta y cuenta con una estructura metálica con aislamiento térmico, sostenida por columnas de más de 36 toneladas. El circuito tiene un recorrido de 250 metros, con un ancho de 7 metros con peraltes e inclinaciones mínimas de 12º y máximas de 50º, más una pista de seguridad de 4mts de ancho, todo realizado en madera con un sistema especial multilaminar, que en el caso de San Juan se trajo de Finlandia.

Además cuenta con túneles de ingreso para los equipos de ciclistas y el ingreso de ambulancias en caso de emergencias.

Estos proyectos están inspirados en el velódromo de Berlín, a cargo del mejor especialista de pistas del mundo, Peter Junek de Canadá, quien ha realizado más de 25 velódromos en el planeta.

La diferencia sustancial que tendrá el de Rafaela es que será mucho más chico el aforo (el de San Juan tiene 7.000 espectadores) y más austero en otras dependencias referidas a comodidades, por una cuestión presupuestaria. Lo que se conocerá una vez desarrollado el proyecto completo es qué otras actividades (además de las deportivas, podrán ser culturales y musicales) podrán desarrollarse en su interior, que es una cuestión relevante pensando en un aprovechamiento integral de las instalaciones.