Roberto Oscar González, de 64 años, fue arrestado en la ciudad de Viamao, a las afueras de la localidad de Porto Alegre, (sureste de Brasil). Interpol reportó su detención a las autoridades argentinas para que “a la mayor brevedad se envíe por el conducto diplomático el formal pedido de extradición”, según oportunamente se informço desde el ministerio de Seguridad argentino en un comunicado.

González integró supuestamente el grupo represor del centro de detención clandestino que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) que en marzo de 1977 acribilló a Walsh en la calle. El expolicía, acusado de delitos durante el régimen de facto (1976-1983), estaba prófugo desde 2006 cuando se reanudaron las investigaciones en Argentina por delitos de lesa humanidad.

PEDIDO DE CAPTURA

González tenía un pedido de captura internacional emitido por el juez federal Sergio Torres por el asesinato de Walsh y otro de la jueza de María Servini de Cubría. En la ESMA había una maternidad clandestina en la que las mujeres retenidas ilegalmente daban a luz y luego eran asesinadas. Sus bebés eran sustraídos y cedidos a militares, policías o familias afines al gobierno de facto.

Se memora que González fue ubicado en la cárcel de Porto Alegre, y que estaba en vigencia una recompensa de 60 mil dólares ofrecida por Argentina para su captura.

Durante un juicio por delitos de lesa humanidad perpetrados en la ESMA se demostró que Walsh fue desaparecido en marzo de 1977, después de dejar en un buzón las primeras copias de su célebre Carta abierta de un escritor a la junta militar, en la que cuestionaba al gobierno de facto por la censura a la prensa, la persecución de intelectuales y miles de asesinatos.

RESISTENCIA A LA DETENCION

Testigos recordaron en su momento que Rodolfo Walsh intentó defenderse con una pistola. Los integrantes del grupo de tareas cargaron el cadáver en un automóvil y lo llevaron a la ESMA.

El cuerpo del autor de relatos novelados como Operación masacre y cofundador de la agencia de noticias Prensa Latina nunca fue encontrado. Los militares, entre los que se encontraban Jorge “El Tigre” Acosta, Alfredo Astiz y “Fede” González, cargaron el cuerpo en un auto y lo llevaron.