Editorial

Desigualdad creciente

La diferencia entre lo que tienen los ricos del mundo y lo que no tienen los pobres se profundiza con el paso de los años sin que, más allá de la retórica a favor de encontrar una fórmula que garantice una mayor distribución de los recursos, pueda revertirse la tendencia. Actualmente, tan solo 85 personas acumulan la misma riqueza que la mitad de la población de nuestro planeta, advirtió recientemente la ONG Oxfam. "La desigualdad económica extrema es un obstáculo para acabar con la pobreza en el mundo y agrava otras desigualdades, como la brecha entre hombres y mujeres", sostuvo.

En el informe denominado "Iguales: acabemos con la desigualdad extrema. Es hora de cambiar las reglas", presentado el jueves pasado en Madrid por  Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, y el director general de Oxfam Intermón, José María Vera, reveló que el número de "milmillonarios", esto es personas que poseen una fortuna de más de mil millones de dólares, creció en un 38% durante el último año en América Latina y el Caribe, lo que la convierte en la región de mayor desigualdad. 

Un dato que duele de ese documento es el que afirma que "los más ricos acaparan casi el 50 por ciento de los ingresos totales de la región, mientras los más pobres reciben sólo el 5 por ciento". Si bien considera que América Latina es la región donde se advierte la mayor desigualdad, también puntualiza que el fenómeno es de carácter mundial teniendo en cuenta que cuando se inició la crisis económica, los "milmillonarios" eran 793 mientras que en la actualidad la cifra trepó a 1.645.

Otros registros que escandalizan, proporcionados en el trabajo de Oxfam, aseguran que los ricos de América Latina y el Caribe tienen depositados alrededor de 2 billones de dólares en paraísos fiscales, una cifra similar al PIB de Brasil. Consigna que las 85 personas más ricas del mundo ganaron en conjunto 668 millones de dólares por día -casi medio millón por minuto- lo que refleja un aumento del 14 por ciento en sus fortunas.

Ante estas cifras, Byanyima subrayó que "hoy en día, el crecimiento económico sólo está beneficiando a los más ricos, y seguirá siendo así mientras los Gobiernos no actúen para revertir esta dinámica perversa". Por eso el informe pone en debate sobre "el fundamentalismo de mercado", al que considera como una de las principales razones que explican el incremento de la desigualdad económica junto con "la captura política por las elites" y las "leyes hechas a la medida de los intereses de unos pocos". 

Incluso, cita al profesor de la Universidad de Columbia y premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, quien expresó que "uno de los defectos del fundamentalismo de mercado es que nunca prestó atención a la distribución de los ingresos, ni a la idea de una sociedad buena o justa". 

En tanto, Vera manifestó que estos "altos niveles de desigualdad generan sociedades duales y poco cohesionadas". Con la presentación de este informe, la ONG  puso en marcha una nueva campaña para reclamar a los líderes mundiales la implementación de medidas para erradicar la evasión fiscal de grandes empresas y las personas acaudaladas, lo que permitirá a los Estados tener más recursos para combatir la desigualdad y construir sociedades más justas.

En la Argentina, la escasa confiabilidad de las estadísticas no permite construir un debate serio en torno a la pobreza y marginación, aunque está claro que continúan siendo uno de los problemas centrales de la agenda pública. La semana pasada, la Fundación de

Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) consideró que

el índice de pobreza creció 4 puntos en los últimos doce meses,

época en que el INDEC difundió por última vez la medición sobre

condiciones de vida. 

FIEL manifestó que en el segundo trimestre de

este año el 17,5% de las personas estaban bajo la línea de la

pobreza y el 5,7% calificaban como indigentes.

Esto significa que para la Fundación, la pobreza se incrementó

en 3,6 puntos porcentuales frente al segundo trimestre del año

pasado y la indigencia aumentó en 1,6 punto. 

El último parte sobre pobreza e indigencia publicado por el Indec corresponde al primer semestre de 2013 y para esa época, el informe señalaba que el 3,7% de los hogares y el 4,7% de las personas de los aglomerados urbanos eran pobres, mientras que la indigencia era del 1,5% de los hogares y del 1,4% de las personas.

Sin argumentos visibles, el 23 de abril último, el organismo presentó estadísticas de la segunda mitad de 2013, pero decidió no difundir los índices de pobreza. 

No obstante presentó el nuevo índice de precios al consumidor nacional urbano (IPCnu), y así según los datos oficiales en diciembre de 2013, un adulto no era indigente si percibía ingresos mayores a 254,8 pesos mensuales, por lo que una persona podía alimentarse con 8 pesos diarios. 

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web