Editorial

Desempleo en Europa

La crisis que azota a Europa no permite visualizar su final, ya que una de sus peores consecuencias como es la falta de trabajo, alcanzó en el mes de febrero pasado el nivel más alto de los últimos 15 años, con 10,8% que en números concretos significa que 24,5 millones de personas económicamente activas se encuentran desempleadas, y que de ellas el 22,4% afecta a menores de 25 años.

Ese total de gente sin trabajo corresponde al total de la Unión Europea, mientras que 17,1 millones de ellos corresponden a la zona euro, es decir, a los países que se manejan con esa moneda. La suba del desempleo se ha vuelto sistemática, y aún habiendo crecido porcentualmente muy poco de enero a febrero, en la Unión afectó ese solo mes a 167.000 personas y en la eurozona a 162.000.

La agencia Eurostat que divulgó este informe estadística sobre el deterioro laboral que paulatinamente se expande por Europa, ubica a España como el país más afectado con una tasa de desempleo de 23,6% -tres décimas más que en enero-, constituyendo un registro realmente alarmante, y que costará muchísimo esfuerzo y tiempo el poder superar. En el otro extremo, es decir, los que tienen las menores tasas de desempleados aparecen Austria con 4,2%, Países Bajos con 4,9% y Luxemburgo con 5,2%, mientras que luego de España -entre las más elevadas- aparecen Grecia con 21%, Portugal 15%, Irlanda 14,7% e Italia 9,3%.

Si bien el desempleo se va extendiendo en todos los frentes y sectores, hay algunos más afectados que otros, como el caso de los menores de 25 años, que en promedio alcanza al 22,4%, como así también el trabajo femenino. De acuerdo con analistas, el desempleo seguirá subiendo durante todo el año, incluso con mayor nivel de afectación por los recortes en el empleo público y la constante baja del consumo.

En cuanto a las previsiones que formulan los economistas, existe falta de coincidencias, pues mientras algunos sostienen lo acertado de reducir los déficits en forma acelerada, otros en cambio reniegan de esa posibilidad pues afecta la recaudación fiscal y la capacidad de los consumidores para gastar.

Construcción en baja

A nivel local, los índices oficiales registrados en la industria de la construcción del mes de febrero pasado, constituyeron una de las malas noticias. Es que en ese segundo mes del año y con medición interanual con febrero de 2011 la actividad tuvo una caída de 4,5%, en tanto que con relación a enero fue aún mayor el descenso, nada menos que del 6,5%. Como para tener una idea más fehaciente de la magnitud de esta situación, digamos que esta fue la primera caída de la construcción en los últimos 27 meses, lo cual por otra parte, sirve también para recordar que fueron más de dos años consecutivos de expansión. Pero, al igual que todo el conjunto de la economía, y tal se preveía, está experimentando una contracción, que se refleja tanto en la producción como en el consumo.

La última vez que esta actividad había tenido una baja había sido en el mes de septiembre de 2009, con 1,4% de retroceso, iniciando de ahí en más un ciclo ascendente que recién se vio interrumpido en febrero pasado, aunque de todas maneras y consecuencia del buen comportamiento que había tenido en enero, el bimestre concluyó con 2,4% de aumento.

Habrá que aguardar futuros desenlaces inmediatos, en los meses siguientes, para ver de qué forma se desarrolla la construcción, pues tanto puede afianzarse la tendencia en retroceso, como también irse asentando en estos nuevos índices, que aunque menores igualmente serán suficientes para sostener un ritmo productivo interesante, acorde a las nuevas circunstancias de la economía en general.

Debe tenerse en cuenta que la construcción es justamente una actividad que se transforma en el pulso mismo de toda la economía, ya que además de poseer un efecto de gran poder movilizador, tanto en mano de obra como en una amplísima variedad de materiales y productos, es además el sector que recibe más inversiones cuando todo el resto tiene un comportamiento adecuado, ya que hacia "los ladrillos" suelen ir la mayor parte de los ahorros que se generan en otras actividades.

Veremos entonces, cuando se conozcan los indicadores de marzo y abril, hacia dónde se dirige la actividad. es decir, si retoma un alto nivel de expansión o si bien se ajusta a las nuevas características aparecidas en febrero.

Autor: Redacción

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