Editorial

Desempeño de las exportaciones

No hay magia para la Argentina que arrastra intactos todos sus problemas sin poder darle solución de fondo a ninguno de ellos. La deuda externa, la inflación, la pobreza, la corrupción y la inseguridad ciudadana constituyen clásicos del decálogo de problemáticas nacionales, al que ahora se ha incorporado la crisis sanitaria por Covid, aunque en este caso no es exclusivo sino compartido por buena parte de las naciones más allá de sus matices. 

Todos los años, desde los gobiernos y las entidades que representan a distintos sectores de la producción se afirma que es necesario aumentar las exportaciones y tener un saldo favorable en la balanza de pagos para que ingresen dólares en forma genuina a nuestra economía, sin tener que recurrir al endeudamiento. De eso se trata, entonces, de promover las exportaciones con una batería de medidas que faciliten la actividad del comercio exterior que desarrollan las empresas y evitar los obstáculos. 

Por eso adquiere relevancia repasar los números de las exportaciones e importaciones del país, lo que habla de la competitividad de nuestra economía -por cierto signada por un estado de crisis permanente-. Producto de la fuerte contracción del comercio internacional causada por la emergencia sanitaria para contrarrestar la pandemia del coronavirus, las exportaciones argentinas alcanzaron en 2020 un total de US$ 54.884 millones, un declive interanual del 15,5%.

Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos destacó que la región pampeana lideró durante 2020 las exportaciones con unos 41.129 millones de dólares, equivalente al 74,9% de las ventas externas totales del país. Según el relevamiento oficial, el valor de las ventas correspondientes a la zona pampeana registró en el año de la pandemia una disminución de 15,5% respecto de 2019.

El detalle del comercio exterior por regiones de la Argentina muestra, en el acumulado, que la región pampeana explicó el 74,9% del total exportador a nivel país; la patagónica el 8,7%, el NOA el 6,3%; Cuyo, el 5,5%; y el NEA el 2,5%.

Según el INDEC, el 46,5% de las exportaciones correspondió a manufacturas de origen agropecuario; 27,1%, a productos primarios; 22,1%, a manufacturas de origen industrial; y 4,3%, a combustibles y energía. Los principales destinos de exportación fueron Mercosur, Estados Unidos, Unión Europea y China, puntualizó el organismo encargado de las estadísticas públicas. Desde el punto de vista de los complejos exportadores, la región Pampeana disminuyó 15,5%, por las bajas registradas en los complejos automotriz (39,7%); petrolero-petroquímico (25,4%); carne y cuero bovinos (15,6%); trigo (13,8%) y soja (11,3%); en cambio, registraron subas los complejos maní, lácteo y maíz.

El informe da cuenta que las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba encabezaron el acumulado exportador a nivel país en 2020, al explicar juntas más del 70% de total de los envíos concretados al exterior, por un monto de algo más de US$38.830 millones.

En la provincia de Buenos Aires, que explicó el 35,4% del total con una caída del 15,5% en sus ventas respecto al 2019, el resultado fue apalancado por el comercio de trigo, maíz y cebada, que representaron el 15,3%, seguidos por material de transporte terrestre, con US$ 2.924 millones de dólares, equivalente al 15,0% de los envíos.

En el caso de la la provincia de Santa Fe -con el 20,5% del total- las ventas sumaron US$11.239 millones, una caída del 21,2% respecto al 2019, y tuvo como rubro destacado a residuos y desperdicios de la industria alimenticia (principalmente harinas y pellets de soja), con 39,5% del total provincial. Por su parte, Córdoba -con el 14,9% del total- tuvo ventas por US$ 8.163 millones de dólares -9,7% inferiores a las registradas durante 2019-, siendo los cereales y los residuos y desperdicios de la industria alimenticia los principales productos exportados, con el 30,1% y el 19,1% del total provincial, respectivamente.

Por su parte, la consultora Ecolatina planteó que el inicio del 2021 trae buenas noticias en el intercambio bilateral con Brasil, aportando algo de aire a las arcas del Banco Central. Aunque la pandemia no concluyó, los efectos que impuso sobre la actividad económica y el comercio de bienes global tienden a diluirse. La tarea que queda pendiente es la recuperación del comercio de servicios y en este sentido Brasil es el principal aportante de turistas que ingresan a Argentina, pero este segmento de actividad se encuentra todavía muy restringido. Cabe destacar que lo mismo sucede con los turistas locales que viajan a la mayor economía del Mercosur. 

Las expectativas son favorables por el viento de cola que hoy se percibe a nivel internacional, con muy buenos precios de los commodities agrícolas, en especial de la soja, que en la actual cosecha generará el ingreso de una mayor cantidad de dólares que la proyectada al inicio de la campaña. 

Autor: REDACCION

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