Por la decisión de un grupo de profesionales y dirigentes rafaelinos, hace algo más de tres años comenzó como una suerte de aventura, en términos románticos, la Maestría en Desarrollo Territorial en el ámbito de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Facultad Regional Rafaela. Sintéticamente, se procura generar un espacio para pensar de qué manera y con qué herramientas la ciudad y la región reinventan ese emprendedurismo genético que parecen tener desde los primeros tiempos de la colonia, con el objetivo de profundizar el desarrollo y el crecimiento.
Pablo Costamagna, director de la Maestría y consultor destacado en lo que hace al desarrollo del territorio, consideró que "el balance que hacemos es muy positivo en todo sentido, por la participación de los alumnos, por la jerarquía del cuerpo docente y por la calidad de los contenidos abordados". Entre los especialistas que dan las clases de este posgrado figuran el italiano Carlo Ferraro, el español,
Francisco Paco Alburquerque, el urbanista argentino Fabio Quetglas y el sociólogo Luis Quevedo.
"Entramos en el cuarto año de la Maestría. Hubo una primera cohorte que ahora, en su gran mayoría, está haciendo su tesis. Ahora comenzamos el segundo año del segundo grupo que es tan numeroso como el primero. Un indicador para destacar es que gran parte de los estudiantes que se inscribieron se mantienen en la Maestría", expresó Costamagna, dueño de un rico currículum: docente, investigador, especialista en desarrollo territorial, competitividad y
fortalecimiento institucional además de consultor de
organismos internacionales como la CEPAL, el BID y la OIT, lo que lo obliga a viajar frecuentemente de país en país.
"Hay que recordar la génesis de la Maestría. Se pensó porque la Universidad hacía una apuesta por crear un espacio de posgrado, porque la ciudad y la región necesitaba nuevas reflexiones y discusiones sobre el territorio y su desarrollo. Por qué también había una demanda en torno al desarrollo territorial que no estaba satisfecha. En base a este impulso, a cuatro años de su gestación estamos cumpliendo los objetivos", enfatizó.
Otro aspecto favorable es que la Maestría no es una usina que produce cerrada en cuatro paredes sino que busca integrarse al medio. "Se ha convertido en un espacio de reflexión que trasciende las fronteras de la UTN porque se establecen relaciones con los actores del territorio, del sector público, del campo social, de la innovación y de los sectores empresariales. Este ida y vuelta produce insumos para alimentar la reflexión y hasta te diría la producción", subrayó Costamagna, quien además confirmó que "estamos involucrados en un proceso de acreditación de la Maestría, lo que se transformaría en una certificación de calidad".
"Si bien Rafaela ha hecho cosas positivas en los últimos 20 años, en el marco de la incertidumbre por los permanentes cambios en el mundo si vos te dormís vas a tener un problema. Por eso se requiere pensar en profundidad, estratégicamente, y en este sentido la Maestría hace su aporte. El desafío es fortalecer las instituciones, fomentar la articulación entre lo público y privado para hacer un territorio más competitivo que pueda generar oportunidades de desarrollo y capitalizarlas", sostuvo el consultor.
Según Costamagna, los detalles son también sustanciales para el éxito de la Maestría. "Vemos que los alumnos tanto en las evaluaciones formales como en las informales están muy conformes con el proceso, disfrutan de los momentos de aprendizaje y esto es trascendente", manifestó.
-La Maestría se ha transformado en una experiencia en sí misma, en un caso que ustedes salen a contar en otros escenarios donde se aborda la cuestión de cómo desarrollar territorios o bien de qué manera incentivar el debate sobre agregar valor a una región.
-Hemos adoptado un enfoque pedagógico que tiene que ver con el desarrollo territorial que tenemos. Esto es mucha participación, discusión y búsquedas de consensos. Reconocer que hay intereses diversos desde una perspectiva democrática y muy humanista. Esto significa una manera distinta de gestionar el proceso de aprendizaje. Que los profesores trabajen sobre casos, que los alumnos puedan tener espacios de debate y confrontación. Aprender de ese proceso de discusión. Es un enfoque nuevo del desarrollo territorial que va de lo económico a una mirada sistémica. Esta combinación es nueva y estamos aprendiendo.... En este contexto, hay otros que quieren ver qué estamos aprendiendo. No somos un caso de éxito ni mucho menos, sino que estamos en un proceso de aprendizaje bajo un enfoque pedagógico que tiene que ver con la definición del desarrollo territorial.
-El decano de la UTN Facultad Regional Rafaela, Oscar David, dijo recientemente estar muy satisfecho con el resultado de la Maestría.
-Lo que claramente deja sentado Oscar David es la relación de la UTN con el territorio. Siempre fue una característica de las UTN en general y la de Rafaela en particular. Compromiso con el territorio, y si bien no es una Maestría técnica sino social, no deja de ser una contribución para el territorio.
-Además han avanzado en la vinculación con instituciones del exterior.
-En el mundo del conocimiento las redes producen aprendizaje, van y vienen, información, experiencias, debates nuevos. Es enriquecedor. En la UTN Rafaela y en el caso de la Maestría hay una firme política de relacionarnos con el mundo. Por eso estamos haciendo cosas con instituciones de Uruguay, del País Vasco en España, con El Salvador y con Chiapas de México. Es una manera de estar en la frontera de las discusiones en estos temas.
-¿Habrá una tercera cohorte de esta Maestría a partir del próximo año?
-Siempre se requiere un enorme esfuerzo. La decisión es continuar, la Maestría ha logrado un gran reconocimiento y creo que es bueno seguir creciendo. Pero también dependerá de la respuesta y del interés de los alumnos.