GINEBRA, 10 (AFP-NA).-Los electores suizos aprobaron ayer en referéndum limitar la entrada de inmigrantes, principalmente de la Unión Europea, un resultado que va a provocar serias fricciones en las relaciones con Bruselas.
Según resultados oficiales, la propuesta "Fin a la inmigración masiva", promovida por el partido de derecha populista UDC, logró la doble mayoría requerida, la de los electores (50,3%), y la de los cantones.
Casi todos los partidos políticos suizos y la patronal habían llamado a los electores a votar en contra del texto, al considerar que frenar la inmigración supondría acabar con la prosperidad suiza.
Concretamente, el "sí" amenaza seriamente el acuerdo de libre circulación de personas con la Unión Europea, vigente desde 2002, que se ha traducido en una fuerte inmigración de ciudadanos del bloque a Suiza.
Según una fuente europea, también se vería en tela de juicio la pertenencia de Suiza al espacio Schengen de fronterasabiertas.
Suiza, un país neutral de 8 millones de habitantes que no
forma parte de la UE pero está rodeado de Estados del bloque, deberá en teoría reinstaurar el sistema de cuotas anuales de inmigrantes, que existía antes del acuerdo de libre circulación.
La ministra suiza de Justicia, Simonetta Sommaruga, anunció poco después de conocerse el resultado que el gobiernoaplicará "rápido y de forma consecuente" el texto del referendo, e invitó al diálogo a todos los partidos.
Dicho texto pide que Suiza gestione de forma autónoma la inmigración de extranjeros y restablezca cuotas anuales para los trabajadores, en función de "los intereses económicos globales de Suiza y respetando la preferencia nacional".
Los detractores de un sistema de control de la inmigracióndestacan que el actual acuerdo con la UE ya permitía a Suizareinstaurar cuotas temporales, una medida a la que de hecho recurrió Berna para limitar la llegada de trabajadores de
países de Europa del este.
Pero esa cláusula de las cuotas expira precisamente este año.