Suplemento Economía

Descanso dominical: perspectivas necesarias para futuros acuerdos

Por Pablo Tarabla y Pablo Tosetto


La Ley de Descanso Dominical ha generado un fuerte debate en los últimos años tanto la ciudad de Rafaela como en la provincia de Santa Fe. Diferentes actores, posturas e intereses han llevado al tema a diversos ámbitos en distintos niveles. ¿Trabajar los domingos o no trabajar? Esa es la cuestión. La ciudad de Rafaela ha estado en la vanguardia desde el comienzo de la discusión y fue una de las primeras ciudades de la provincia de Santa Fe en adherirse, por medio de la Ordenanza Municipal N° 4.706, a la Ley Provincial N° 13441 de descanso dominical cuando fuera aprobada por el Poder Legislativo de la provincia a finales del año 2014.

Dicha Ley determinaba que los establecimientos comerciales debían permanecer cerrados tanto los días domingos como los feriados nacionales además del Día del Empleado de Comercio. A nivel local desde diferentes sectores han expresado distintas opiniones que llevaron a un largo debate. Supermercadistas, comerciantes, sector público, gremios, Iglesia y cámaras aún hoy mantienen el tema en sus agendas sobre todo con el cambio ocurrido a principios del 2018 al decretarse inconstitucional la Ley Provincial N° 13441. Este giro se dio cuando las cadenas de grandes supermercados de la ciudad de Rosario solicitaron una acción de amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la provincia, alegando que la medida reducía el salario de los trabajadores poniendo en riesgo sus puestos de trabajo. Ante el rechazo por parte de la provincia, las firmas acudieron a una instancia superior por lo cual fue el máximo Tribunal de la Nación quien finalmente declaró inconstitucional la Ley de Descanso Dominical permitiendo que abran nuevamente sus puertas los domingos y feriados.

Pero en la ciudad de Rafaela se continúan respetando los horarios de apertura y cierre de los comercios tras el acuerdo logrado en su momento, luego de un largo camino de diálogo, entre los actores rafaelinos involucrados. Sin embargo, muchos comerciantes y supermercadistas aún continúan manifestándose en contra de la Ley de Descanso Dominical y de la ordenanza local, buscando abrir sus puertas de manera normal los fines de semana y feriados.

Ante este nuevo panorama a nivel provincial es un hecho que las partes deben volver a reunirse para determinar qué postura se toma finalmente en Rafaela ante la cuestión. De acuerdo al panorama actual y a los antecedentes en la ciudad, para lograr un consenso que tenga más fuerza deben considerarse dos puntos que reflejan el nuevo contexto del territorio ante el continuo crecimiento de la ciudad en los últimos años. Los mismos tienen que ver con el nuevo mapa de actores en el territorio que, por un lado, es cada vez más amplio y por el otro, trae diferentes formas de producción y nuevas culturas laborales que inevitablemente se fusionan con la cultura tradicional rafaelina.

Si bien muchas voces han sido escuchadas con el correr de los años respecto al Descanso Dominical, todavía quedan muchas otras por ser oídas y que por falta de espacios o convocatoria no han sido incluidas en los debates anteriores. Corrientes religiosas, además de la Iglesia Católica, comercios y comerciantes no adheridos a cámaras o sindicatos, trabajadores y consumidores, entre otros, también deben ser tenidos en cuenta a la hora de dirimir la cuestión. La ciudad no debe descuidar su crecimiento poblacional y los cambios que ello trae. El arribo de nuevos actores del sector comercial a la ciudad con diferentes modalidades y costumbres de trabajo, también influyen en el mercado local por lo tanto deben ser incluidos en los debates. Ante esto es clave la creación de más espacios de discusión para que, luego de un relevamiento más profundo de actores locales de Rafaela vinculados al rubro comercial, se convoquen a todos para que no solo se escuchen las mismas voces de quienes tengan mayores intereses e idoneidad en la ciudad, sino también la de aquellos que no estén representados y/o ligados directamente a la temática.

Es importante considerar que las discusiones surgidas en estos espacios son claves para alcanzar resultados que afectarán a todo un territorio y las mismas no deben atender a los intereses de algunos sectores, sino respetar el común de todos los actores locales. Es un hecho que en una geografía tan diversa como la de Rafaela nunca se podrá conformar a todos en su totalidad, por lo que este trabajo es necesario para encontrar puntos y objetivos en común que faciliten la generación de resoluciones más territoriales.


Al mismo tiempo, para tener claridad y lograr este acuerdo en común hay diversos puntos respecto la cultura laboral y social que sería necesario comprender y aceptar por parte de la sociedad rafaelina, teniendo en cuenta que ha ido cambiando con el correr de los años. Uno de esos cambios, tiene que ver con el crecimiento de la ciudad que no es casual. Desde sus orígenes Rafaela ha sido destacada por ser una localidad próspera y productiva, acaparando la atención de diferentes medios y rubros que trajeron nuevos actores al territorio contribuyendo a su crecimiento.

Hoy en día con una población que alcanza los 100.000 habitantes, una producción muy diversa y, como se busca, una apertura más internacional, el interés de nuevos capitales en arribar a la ciudad es mayor por lo cual el mercado actual está compuesto no solo por actores locales, oriundos de la ciudad, sino también por actores de fuera de la ciudad. Esto lleva al otro punto que se busca destacar en esta reflexión, en donde sería importante comprender y aceptar que las cosas ya no se hacen solo del modo “rafaelino tradicional”, sino que debe haber una mayor apertura en las formas de ver y de implementar acciones, dado que el mercado mismo y sus cambios así lo requieren.

Del mismo modo, los actores con capitales fuera de la ciudad deben entender que la idiosincrasia que llevó al crecimiento y desarrollo a la localidad aún persiste. Si los actores territoriales tanto públicos y privados que conforman la mesa de discusión no encuentran un punto en común en esta cuestión, será muy difícil llegar a un acuerdo que contemple los intereses comunes que deben surgir del diálogo territorial. Desde un punto de vista más amplio no es solo el mercado el que obliga a estos cambios, sino el propio territorio que incluye dimensiones de lo social, lo histórico y la cultura local de Rafaela.

La cantidad de actores locales involucrados directa e indirectamente en la discusión del Descanso Dominical es grande. Cada uno cuenta con sus propios intereses y es respetable que todos defiendan lo que les corresponde, sin embargo, se debe ser consciente que una ley u ordenanza puede afectar una cuestión en particular, pero al mismo tiempo influye sobre un gran número de actores, aplicándose sobre un territorio compuesto por diferentes matices que no sólo se reducen a lo económico y comercial. La importancia de escuchar y respetar las diferentes posturas e intereses toma relevancia debido a que es lo que ayudará a encontrar objetivos en común por medio del diálogo. De no poder mantenerse el Descanso Dominical seguirá estando en la agenda de todos los sectores involucrados y difícilmente se pueda avanzar sobre el mismo dado que siempre una parte quedará disconforme, siendo los trabajadores los más perjudicados.




 

Autor: REDACCION

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