Por Javier
Milano (*)
Es un hecho que el mundo está cambiando y que lo hace
a un ritmo vertiginoso. Nos enfrentaremos en el mediano plazo a
grandes transformaciones derivadas de las nuevas formas de
comunicación, energía, transporte y logística, que están poniendo
en marcha lo que algunos economistas llaman "una tercera
revolución industrial" y que derivará en una infraestructura
inteligente e integrada en una red mundial.
Con ese horizonte a la vista, Argentina se encuentra frente a
la enorme oportunidad de posicionarse como uno de los centros
generadores de conocimiento, ciencia e investigación y entrar así
en la etapa del desarrollo, fundada en inversión y productividad.
De cara a la próxima década, el país debe impulsar e invertir en
el conocimiento, como factor clave y específico que permite
transformar insumos en bienes y servicios con alto valor agregado.
Estos servicios están comprendidos por la informática, los
sistemas contables, legales, de arquitectura, ingeniería,
audiovisuales, marketing y publicidad, así como también salud y
educación, consultoría de negocios e I+D, entre los más
destacados.
Los mismos se expanden, aportan divisas y crean
empleos genuinos y de calidad, pudiendo constituirse en un
trampolín al crecimiento, fundamentalmente allí donde se dispone
de recursos humanos calificados; la materia gris necesaria para
posicionarse en un lugar expectante.
En este sentido, se plantea entonces el desafío y la necesidad
de establecer políticas que permitan potenciar una mejor inserción
en los mercados de los servicios intensivos en conocimiento, en un
contexto internacional en cual el mundo demandará lo que Argentina
está en condiciones óptimas de producir.
Con el objetivo de pensar la economía del país de cara a estos
desafíos de largo alcance, la Fundación Desarrollo Argentino
(DAR), usina de ideas y programas de los equipos técnicos de
Daniel Scioli, ha establecido importantes vínculos de colaboración
y trabajo con actores claves en materia de servicios basados en el
conocimiento como son Argencon, Microsoft y la Cámara de Empresas
de Software & Servicios Informáticos entre otras.
Junto a ellos estamos tendiendo los puentes necesarios con
universidades e instituciones académicas en todas las regiones del
país y en el exterior, a fin de generar un espacio de ideas y
acción para debatir, acordar y llevar adelante políticas que
permitan contar con los recursos humanos necesarios para desplegar
todo el potencial de Argentina en lo que hace a este tipo de
servicios, y poder utilizar el conocimiento para proveer a otros
países.
Argencon es una entidad conformada por empresas dedicadas a los
servicios basados en el conocimiento, que se ha propuesto generar
sinergias entre el sector privado, las instituciones civiles y
académicas y el Estado con el objetivo máximo de poner al país
entre las más destacadas sedes de exportación de conocimiento.
Esta entidad ha podido determinar que, durante 2013, las
exportaciones de servicios permitieron el ingreso al país de US$
6.900 millones, lo que representa, ni más ni menos, 1 de cada 4
dólares del superávit neto.
Por el lado del empleo, si bien en los
últimos años han crecido de manera significativa los puestos de
trabajo en el sector, esperándose incluso que genere 160 millones
de puestos de trabajo en el mundo, la Argentina aún posee una
demanda insatisfecha.
Este espacio busca, entre otros objetivos, contar con
crecientes recursos humanos, formados técnicamente y preparados
para el desarrollo.
Es por eso que DAR y Argencon han coincidido en la necesidad de
fortalecer los vínculos entre las Universidades y centros de
pensamiento con el sector empresario, integrando a autoridades,
empresas, cámaras y entidades de cada región.
Con ese objetivo han decidido llevar adelante un trabajo
conjunto, generando diálogo y acciones orientadas a crear
oportunidades laborales para los jóvenes y, a la vez, incentivar
la formación de recursos con alto nivel de calificación,
emprendedores y profesionales.
De manera simultánea, DAR se ha propuesto integrar las
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs) en la
Educación, Ciencia y Tecnología, como herramienta indispensable
para mejorar la equidad en el acceso y calidad del aprendizaje y
la generación de empleo vinculado a la innovación.
A través de convenios con Universidades nacionales y privadas
junto a las empresas y Cámaras del sector se genera el marco de
cooperación adecuado para la promoción de programas,
entrenamientos y recursos tecnológicos sin costo, destinados a
incentivar el acceso a la tecnología y la capacitación a alumnos y
docentes, así como también a ONGs y la comunidad en general.
Todas estas acciones son la muestra concreta de una visión a
largo plazo que, sobre la base del crecimiento económico sostenido
de los últimos años, permita dar el salto hacia el desarrollo, con
un pleno desenvolvimiento del sistema productivo y las economías
regionales, los recursos humanos y el agregado de valor a bienes y
servicios.
DAR ha iniciado un camino que permite explotar oportunidades y
líneas de acción a futuro, afirmando los pilares fundamentales
para la construcción de la Argentina del desarrollo.
(Especial para NA)
* Magister en Economía y Coordinador de la Fundación
Desarrollo Argentino (DAR).