Editorial

Derechos humanos bajo la lupa

El Informe Mundial 2019 de Human Rights Watch (HRW), el vigésimo noveno reporte anual de la organización que analiza las prácticas de derechos humanos en todo el mundo, dedica su capítulo más importante a los gobiernos y líderes populistas que se mantienen en el poder en un conjunto de países pero también pone el acento en el Brasil que recibió el nuevo presidente, Jair Bolsonaro y por supuesto incluye un apartado sobre Argentina.  

En su ensayo principal, "Los autócratas del mundo enfrentan una creciente resistencia", el director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth, sostiene que, si bien los autócratas y los violadores de los derechos humanos a menudo ocuparon los titulares en 2018, los defensores de los derechos humanos resistieron y ganaron fuerza de manera inesperada. El grupo señaló las protestas y sanciones contra el líder húngaro Victor Orban, el presidente de Rusia Vladimir Putin y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, como ejemplos de la oposición al liderazgo autoritario que dice definió el 2018. Los avances del Partido Demócrata en las elecciones intermedias de 2018 en EE. UU., luego de los reiterados comentarios del presidente Donald Trump sobre una caravana de inmigrantes que viajaba hacia la frontera con Estados Unidos, también se destacaron en el reporte anual de la organización. Y la condena global del gobierno saudí tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi pudo haber contribuido a que la coalición liderada por Arabia Saudita acordara un alto el fuego en Yemen, dijo el grupo.

El libro de Human Rights Watcg resume en 674 páginas los principales acontecimientos de derechos humanos ocurridos entre finales de 2017 y noviembre de 2018 en más de 100 países y territorios de todo el mundo. Con especial atención a Brasil, el documento advirtió un aumento de los homicidios cometidos por policías y un abordaje poco humanitario del conflicto.

Según la ONG, entre enero y noviembre de 2018, la policía mató a más de 5.100 personas en Brasil. Si bien algunos de los asesinatos estaban relacionados con operaciones de seguridad, el organismo de derechos humanos alertó que algunos fueron ejecuciones extrajudiciales. La mayoría de esos homicidios involucraron armas de fuego y precisamente el informe sale a la luz cuando el nuevo presidente de Brasil enfoca su agenda en el tema de la seguridad. El 15 de enero, Bolsonaro firmó un decreto temporal que facilita a los brasileños la compra de armas argumentando que permitiría a los ciudadanos defenderse mejor. Pero el enfoque desde el que Bolsonaro busca atacar el conflicto, está lejos del que según HRW sería el adecuado. El informe de la organización, divulgado el jueves, recomienda que el Presidente Jair Bolsonaro debería abordar la crisis de seguridad pública que enfrenta Brasil a través de medidas que refuercen el respeto de los derechos humanos y, a la vez, reduzcan la criminalidad.

En su análisis la ONG puntualiza que los estándares internacionales de derechos humanos prohíben que las fuerzas policiales maten deliberadamente a personas, salvo cuando esto sea necesario para proteger su vida o la de terceros. Desde HRW apuntan que en vez de impulsar políticas que vulneren los derechos humanos, el Gobierno de Bolsonaro debería emprender reformas que sean congruentes con las obligaciones jurídicas internacionales asumidas por Brasil y que, en definitiva, resultarán más eficaces para reducir la criminalidad. 

Para el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, la retórica del actual presidente durante la campaña fue una retórica contra los derechos humanos, contra los valores y principios básicos de protección, especialmente para las minorías.

Por otra parte, si bien la organización aseguró que el mundo vive "tiempos oscuros", también afirma que la "resistencia está cobrando fuerza" en las instituciones y en la calle, especialmente en América Latina. Al respecto, Roth aseguró en una entrevista a la agencia de noticias EFE que decir que el autoritarismo cotiza "al alza" no es contar toda la historia y que en el continente americano se registraron "importantes buenas noticias" el año pasado, como la condena a la crisis en Venezuela.

Sobre la situación en Argentina, HRW consideró que siguen los problemas de derechos humanos históricos como el abuso policial, las condiciones de detención deficientes, la violencia endémica contra las mujeres y los obstáculos que enfrentan los pueblos indígenas para ejercer sus derechos con arreglo al derecho argentino e internacional. Además, persisten serias restricciones al aborto y dificultades en el acceso a servicios reproductivos. Y también son preocupantes la impunidad por el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, ocurrido en 1994, las disposiciones penales imprecisas que cercenan la libertad de expresión y las demoras en la designación de jueces permanentes.

Como positivo, destacó que Argentina continúa logrando avances significativos en la protección de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero (LGBT) y en el juzgamiento de abusos cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983) más allá de que hubo demoras en algunas de las causas.









 

Autor: REDACCION

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