CARACAS, 18 (AFP-NA). - El presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro, volvió a acusar este sábado a la "extrema derecha"
venezolana de impulsar nuevos planes de golpe de Estado, la
víspera de una reunión entre la oposición y Unasur que busca
desbloquear el diálogo de paz con el gobierno suspendido esta semana.
Grupos de la extrema derecha "han dicho que junio es el mes del
colapso, que en junio el pueblo se va a alzar contra el gobierno,
que es el mes para el golpe de Estado, que en junio se acabó la
revolución", denunció Maduro en un acto transmitido por todos los
medios de comunicación.
"Yo estoy claro y seguro de la fuerza que tiene la revolución,
pero tengo que denunciar ante nuestra patria y el mundo que la
locura golpista pretende seguir imponiendo escenarios violentos",
añadió el mandatario, asegurando que la información proviene de
fuentes de la oposición que no reveló
"Quiero saber cuál es la opinión de la Mesa de la Unidad
(Democrática, MUD) sobre lo que hacen estos pequeños grupos de
extrema derecha", cuestionó Maduro.
La coalición opositora MUD prevé reunirse el domingo con los
cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador y el nuncio en Caracas,
en un intento por destrabar el diálogo luego de tres meses de
protestas antigubernamentales, que dejaron 42 muertos y más de 800
heridos.
El martes, la MUD afirmó que el diálogo que inició con el
gobierno el 10 de abril está "congelado" y en "crisis" debido a la
detención de más de 300 estudiantes (la mayoría liberados) durante
protestas esta semana y al considerar que faltan resultados
concretos de esas conversaciones.
Durante el acto, Maduro exhibió grabaciones de manifestaciones
de radicales en el este de Caracas esta semana, que dejaron partes
de fachadas del estatal Banco de Venezuela y el Ministerio de
Turismo destruidas.
"Entonces sale la MUD a decir que Maduro es un represivo. ¿Qué
quiere la MUD? ¿Que yo premie estos actos asesinos? (...) Le pido
a la MUD, en nombre de la democracia, que condene estos actos
violentos, asesinos, destructivos (...) para que sigamos
consiguiendo caminos de paz, de encuentros para la paz", expresó
el mandatario.
Pese a su lento avance, el diálogo busca poner fin a las
violentas protestas contra el gobierno, iniciadas en febrero en
rechazo a la violencia criminal y la escasez de productos básicos
y de higiene personal.
En otro orden de ideas también expresó que no habrá mano blanda con las personas que quieran desestabilizar al país “Al que ande con armas, con explosivos y destruyendo este país lo que le espera es el frío de una celda de castigo severo, con la ley en la mano, que lo sepan, no va a haber mano blanda, ni impunidad para los golpistas (…) tengan el apellido que tengan”, enfatizó.“No hay poder en este mundo que me pueda chantajear ni que me pueda torcer el brazo, no existe en este mundo”, aseveró Maduro.