Locales

¡Dejen de plastificarnos!, (no nos contaminen)

Por Félix E. Beltramino*

En distintas oportunidades los medios han ilustrado sobre basura plástica arrojada desaprensivamente en los caminos y explotaciones rurales o informado sobre animales muertos por ingesta de plásticos; esta nota revisa investigaciones sobre lo que ocurre en el ambiente cuando el plástico se degrada y como puede afectar al ser humano.
Los efectos de la contaminación por plásticos podría ser una amenaza peor de lo que se pensaba. Poco del plástico que se desecha se recicla o se incinera. Gran parte termina en vertederos, donde puede demorar 1000 años en descomponerse, liberando sustancias potencialmente tóxicas al suelo y el agua.
Investigadores en Alemania (Programa Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2022), estiman que la contaminación terrestre por microplásticos, es entre 4 y 23 veces mayor que la oceánica, y que un tercio de todos los residuos plásticos termina en suelos o en agua dulce. El plástico se desintegra en partículas de menos de 5 mm (microplásticos) y estas en nanopartículas (menos de 0,1 micrómetros).
Estas partículas están entrando en la cadena alimenticia con los siguientes efectos:
-En los cultivos: Se adsorben en las semillas del cultivo y la superficie de la raíz, o se acumulan en su sistema vascular, lo que inhibe la absorción de agua y nutrientes, causando además daño oxidativo a los cultivos y alterando las actividades metabólicas. Cuando se descomponen, adquieren nuevas propiedades físicas y químicas, aumentando el riesgo de efecto tóxico en las plantas, induciendo citotoxicidad y genotoxicidad en los cultivos (J.Ap.Soil Ecology 181 (2023) .
-En la fauna del suelo: Interactúan con las criaturas que viven en el suelo, afectando su salud y sus funciones en la tierra, “Las lombrices de tierra crean sus madrigueras de forma diferente cuando los microplásticos están presentes en el suelo, afectando la aptitud de la lombriz y el estado del suelo”. En 2020 se publica en “Proceedings of the Royal Society” el primer estudio de campo que analiza el impacto de los microplásticos en la fauna del suelo, demostrando que provoca la disminución de especies que viven debajo de la superficie: ácaros, larvas y otras criaturas diminutas que mantienen la fertilidad de la tierra.
-En la descomposición química: Los plásticos clorados (usados en tuberías, juguetes, pelotas) son de gran durabilidad, pero difíciles de reciclar, y cuándo se queman o entierran, se liberan dioxinas tóxicas en el suelo que se filtran a las aguas subterráneas o a otras fuentes de agua circundantes, causando efectos dañinos en los animales que la beben. Los aditivos como los ftalatos (usados en bolsas de plástico, botellas, empaque de alimentos) y el bisfenol A (BPA) (en resinas epoxi y policarbonato transparente) se liberan y alteran el sistema hormonal de vertebrados e invertebrados.
-Las partículas de tamaño nanométrico: pueden ingresar a nuestro cuerpo por vía oral o respiratoria, causar inflamación, atravesar barreras celulares e incluso atravesar membranas altamente selectivas como la barrera hematoencefálica o la placentaria. Dentro de la célula pueden desencadenar cambios en la expresión de los genes y reacciones bioquímicas (Programa NU para el Medio Ambiente, 2022)
Por lo que antecede, resulta obvio que los Municipios deben tomar medidas para proteger el medioambiente y la salud de su población urbana y rural, tomando medidas preventivas y sancionando severamente el desecho de la basura plástica en los caminos y explotaciones rurales.
Finalmente, los que arrojan basura deben saber que no son inmunes al daño que causan.

(*) PhD AC - Productores Unidos de Rafaela.

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web