En medio de tantas acciones desafortunadas, el 2010 se ha cerrado con una buena noticia. Al menos desde el punto de vista del Medio Ambiente. Y es que la deforestación mundial se ha reducido en un 37% en los últimos diez años.

El director del departamento Forestal de la organización de la ONU para los Alimentos y la Agricultura (FAO), Eduardo Rojas, ha explicado días atrás, en una conferencia pronunciada en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que en el año que acaba de culminar se han desforestado 5,2 millones de hectáreas en todo el mundo, frente a los 8,3 millones de 1990.

Durante su intervención, el directivo de la FAO ha asegurado que los recursos forestales existentes en todo el planeta ascienden a 4.000 millones de hectáreas y ha indicado que los bosques representan un factor "clave" en la lucha contra el cambio climático.

Asimismo, Rojas ha mostrado su optimismo por la reducción de la deforestación, si bien ha manifestado que "todavía queda mucho por hacer", y ha indicado que para hacer frente a estos retos se requieren ingenieros forestales "cualificados, que sepan idiomas y dispuestos a la movilidad".

El descenso de la deforestación se debe a los cambios socioeconómicos experimentados por los países emergentes, que han pasado de "deforestadores" a "reforestadores".

El mayor cambio de tendencia lo está experimentando Asia, sobre todo países como China, la India o Vietnam, que están reforestando mucho; países como Turquía, España, Costa Rica, el Magreb o Estados Unidos, entre otros, están incrementando los bosques, mientras que Africa ha reducido la deforestación. La única mala noticia, de acuerdo al informe de la FAO, es que Sudamérica “se encuentra estancada" en la materia.

En su informe, Rojas ha destacado además la labor de algunos Estados, que han tomado medidas al respecto, como el pago por servicios ambientales, la reforma de los servicios forestales, la mejora de la producción agrícola y la reforestación. EFE

A la hora de los pronósticos, el experto de la FAO aseguró que si se reducen las emisiones de los combustibles fósiles "de forma sustantiva" y "se activa todo el potencial forestal", en 150 años el planeta podría tener la misma concentración de carbono en la atmósfera que en la época preindustrial.

Si bien Sudamérica como subcontinente no está haciendo su aporte al mejoramiento del Medio Ambiente, algunos de sus países miembro están haciendo los deberes. Es el caso del vecino Brasil, que anunció recientemente que la deforestación de la selva amazónica cayó a su nivel más bajo desde 1988.

De acuerdo a datos brindados por el Gobierno brasileño, la deforestación se redujo a 6.450 kilómetros cuadrados entre agosto de 2009 y el pasado mes de julio de 2010, siendo el nivel de deforestación más bajo en la historia moderna del Amazonas. Cabe aclarar que esto se produjo luego de que grupos ambientalistas han presionado a Brasil a que ponga un alto a la deforestación de la región, la selva tropical más grande del mundo. El grupo ecologista Greenpeace había afirmado tiempo atrás que la deforestación colocó a Brasil en el cuarto lugar de la lista de los países del mundo que más producen gases de efecto invernadero, a los cuales se responsabiliza parcialmente del calentamiento global.

A diferencia de Brasil, en Centroamérica no se está trabajando bien. Al menos eso se desprende de un informe de las Naciones Unidas que da cuenta que Costa Rica ha experimentado tasas de crecimiento poblacional y de deforestación del Valle Central que se encuentran entre las más altas del mundo. Según ese escrito de la ONU, en un plazo de 50 años la población del Valle Central costarricense se quintuplicó y al mismo tiempo se talaron unos 11.000 km2 de bosque, la quinta parte del territorio continental.

En cuanto a Argentina, en el último tiempo no se han observado avances significativos. De hecho la asunción el pasado miércoles de Juan José Mussi, ex intendente de Berazategui, al frente de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, en reemplazo a Homero Bibiloni, deja en evidencia que el accionar oficial no ha sido precisamente positivo.

Más allá de lo que pase en nuestro país, buena parte del planeta parece estar tomando conciencia de la importancia de proteger el Medio Ambiente. Al fin y al cabo, se trata de una cuestión tan básica como fundamental: la supervivencia de la especie humana.