En ocasión de inaugurar el 132 período ordinario de sesiones de la Legislatura el primer día de este mes, el gobernador Antonio Bonfatti tomó como eje de su mensaje la convivencia que debe prevalecer entre los santafesinos, a quienes instó a "unirnos en defensa de la vida y de la paz". Sus palabras tuvieron doble destino, tanto para quienes se encontraban dentro del recinto, como para quienes en ese mismo momento se habían convocado en la parte exterior para plantear una serie de reclamos a viva voz y en medio de un clima bastante tenso, el cual fue también claramente percibido en el interior del edificio de la Cámara de Diputados.

Más allá de estas protestas, que generaron un marco inusual para un acto de esta naturaleza, lo realmente importante fue el contenido del discurso del Gobernador, el que se extendió durante 100 minutos. Sostuvo Bonfatti que "como en muchos países del mundo, en la Argentina queda claro que la amenaza del narcotráfico es uno de los principales riesgos a la seguridad democrática. Los informes anuales correspondientes a 2013 elevados a la Procuraduría General de la Nación por 30 fiscalías federales de todo el país ponen de manifiesto el crecimiento del narcotráfico en la Argentina, verificado en el continuo incremento en la circulación de estupefacientes, en el mayor movimiento de las bandas narco -que comienza a competir de manera violenta por los territorios-, en la capacidad de estas bandas para operar en varias provincias simultáneamente, y en el acercamiento a las mismas de organizaciones dedicadas a otros delitos en franco retroceso".

Justamente, el narcotráfico que fue abordado por el Gobernador durante su exposición, es un tema realmente candente en la provincia, consecuencia de los episodios ocurridos en la ciudad de Rosario, donde la Gendarmería está incursionando para tratar de retornar a la mayor normalidad posible.